(Libertad Digital) El pasado 2 de abril Miguel Ángel Moratinos inició una visita por Cuba que pretendía relanzar las relaciones entre España y el régimen dictatorial, deterioradas tras la primavera negra de 2003, cuando el régimen encarceló a numerosos periodistas y destacados activistas por la democracia en la isla. En su visita el ministro de Exteriores evitó verse con los disidentes y por el contrario se entrevistó con varios miembros de alto rango del régimen, desde el presidente en funciones, Raúl Castro, hasta el ministro de exteriores o el presidente de la Cámara, entre otros.
Jennifer L. Windsor se duele, en su carta enviada a Miguel Ángel Moratinos, de que "su reciente visita a Cuba fue la primera por un ministro de Exteriores de la Unión Europea desde los actos de represión de 2003". Durante la misma, incide Windsor, "usted se entrevistó con varios dirigentes cubanos de alto rango, pero desafortunadamente decidió no verse con ninguno de los partidarios de la democracia en Cuba. En lugar de ello, tras su partida, un funcionario de bajo rango se entrevistó con algunos representantes de la comunidad". Todo ello para "evitar molestar al régimen", según una nota de "Freedom House".
Windsor incluso duda de que la promoción de los derechos humanos esté entre las prioridades de la política exterior del Gobierno socialista, ya que le dice a Moratinos que "esta decisión de no verse personalmente con estos individuos, en la primera línea de la lucha pacífica por las libertades democráticas, muestra el mensaje desafortunado (si es inintencionado) de que los derechos humanos no están entre las primeras prioridades de la política exterior española".
Pero las consecuencias de la actitud de Moratinos van más allá, porque "también refuerza la percepción, favorecida por el Gobierno de Cuba, de que quienes están trabajando para la reforma en ese país no son interlocutores legítimos a los que consultar sobre el futuro de Cuba".
Por último, Jennifer L. Windsor le escribe a Moratinos que Freedom House "encarece que las cuestiones de derechos humanos, especialmente el status de los prisioneros políticos, jueguen un papel oficial en el anuncio del diálogo político".Es más, "Freedom House", sigue, "urge con vehemencia al Gobierno español a que haga todos los esfuerzos posibles para que se asegure de que las voces independientes por la democracia en la isla estén incluidas en el proceso de diálogo sobre la transición en marcha".
Freedom House es un instituto dedicado a la promoción de la democracia y las libertades en todo el mundo, y cuenta con un enorme prestigio. Elabora un informe anual sobre el estado de la libertad en el mundo, y otro sobre la libertad de prensa, ambos de gran repercusión.