L D (EFE) Las polémicas afirmaciones del ex presidente catalán, que dijo que fue un "error" proyectar la reforma estatutaria en vez de una de la Constitución, han protagonizado hoy la sesión de control del Parlament , en el que el líder de la oposición, Artur Mas (CiU), ha pedido a los socialistas "respeto" y "coherencia" con los ciudadanos que votaron en apoyo de la reforma del Estatuto.
En este contexto, Montilla ha subrayado: "Estoy plenamente convencido de que la aportación a Cataluña que ha hecho el presidente Maragall será más y más valorada con el tiempo, y que él mismo acabará reconociendo que esta aportación es muy importante. "Respeto mucho pero comparto muy poco" las críticas de Maragall, ha comentado Montilla, que cree que el ex presidente "tiene todo el derecho a expresar sus opiniones, y este gobierno respeta las opiniones de todos los catalanes".
Por este motivo, Montilla ha llegado a pedir incluso "respeto por sus palabras" al margen de si son o no compartidas, y ha recordado que el gobierno no se somete al control del Parlament para "juzgar" a los ex presidentes de la Generalidad.
En primera instancia, Montilla cree que la mejor forma de que se demuestre que la reforma estatutaria "valió la plena" es con su aplicación -"trabajar y hacer efectivo" el nuevo texto autonómico- porque con ello se conseguirá, entre otras cuestiones, una mejora de la financiación de Cataluña acorde a su aportación al PIB estatal y 40 nuevas competencias en esta legislatura.
Ante la polémica interna que vive el PSC, que podría derivar en una marcha precipitada de Maragall de la presidencia del partido, el líder de CiU, Artur Mas, ha pedido a Montilla "respeto por la gente que dijo que sí" en el referéndum del Estatuto.
Por su parte, el líder del PPC, Josep Piqué, se ha mostrado "estupefacto" por el rechazo de Montilla a entrar a discutir las palabras de Maragall, con el que comparte que ahora "el Estatut se ha convertido en un problema" tras una reforma hecha "a través de traiciones", frente a la "magnífica herramienta" que era el anterior texto autonómico.
En este contexto, Montilla ha subrayado: "Estoy plenamente convencido de que la aportación a Cataluña que ha hecho el presidente Maragall será más y más valorada con el tiempo, y que él mismo acabará reconociendo que esta aportación es muy importante. "Respeto mucho pero comparto muy poco" las críticas de Maragall, ha comentado Montilla, que cree que el ex presidente "tiene todo el derecho a expresar sus opiniones, y este gobierno respeta las opiniones de todos los catalanes".
Por este motivo, Montilla ha llegado a pedir incluso "respeto por sus palabras" al margen de si son o no compartidas, y ha recordado que el gobierno no se somete al control del Parlament para "juzgar" a los ex presidentes de la Generalidad.
En primera instancia, Montilla cree que la mejor forma de que se demuestre que la reforma estatutaria "valió la plena" es con su aplicación -"trabajar y hacer efectivo" el nuevo texto autonómico- porque con ello se conseguirá, entre otras cuestiones, una mejora de la financiación de Cataluña acorde a su aportación al PIB estatal y 40 nuevas competencias en esta legislatura.
Ante la polémica interna que vive el PSC, que podría derivar en una marcha precipitada de Maragall de la presidencia del partido, el líder de CiU, Artur Mas, ha pedido a Montilla "respeto por la gente que dijo que sí" en el referéndum del Estatuto.
Por su parte, el líder del PPC, Josep Piqué, se ha mostrado "estupefacto" por el rechazo de Montilla a entrar a discutir las palabras de Maragall, con el que comparte que ahora "el Estatut se ha convertido en un problema" tras una reforma hecha "a través de traiciones", frente a la "magnífica herramienta" que era el anterior texto autonómico.