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VELA

LA VERDAD SOBRE LOS DINEROS DE LA COPA DEL AMÉRICA, por Carlos Morenilla

Los éxitos o fracasos del Desafío Español no pueden servir de cortina de humo que oculte la realidad del esfuerzo realizado para que la ciudad de Valencia haya sido capaz de ser la  sede de la Copa del América. En Libertad Digital queremos contar la verdad sobre las inversiones que se han realizado para hacer posible el evento.

L D (Carlos Morenilla/ Valencia) Contestemos a tres preguntas básicas:
 
1. ¿Quién paga los gastos de la Copa del América?
 
Cuando el Alinghi ganó la anterior edición, negoció con las tres Administraciones Públicas implicadas para que Valencia pudiera ser designada sede: el Estado español, la Generalidad Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia. El hecho de que, en 2003, gobernase en todas ellas el Partido Popular facilitó mucho las cosas.
 
El Alinghi recibió 90 millones de euros como compensación: el 40 por ciento lo sufragó el Estado, otro 40 por ciento la Generalidad y el 20 por ciento restante el Gobierno municipal. Estos pagos se realizaron con cargo a sus correspondientes presupuestos ordinarios. Se creó una sociedad pública para gestionar el desarrollo de las infraestructuras necesarias: Consorcio Valencia 2007. La representación social y, por lo tanto, la influencia en la toma de decisiones de dicha sociedad, mantenía la misma proporción anterior.
 
Con la llegada del PSOE al poder en las elecciones generales de marzo de 2004, se propició el cambio de presidente en esa sociedad, que sin embargo se realizó con total consenso, dada la idoneidad y capacidad contrastada del nuevo director, Jorge Huguet. Se trata de un ingeniero de caminos que durante doce años había sido el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia.
 
Consorcio Valencia 2007 recibió una línea de crédito del ICO de 500 millones de euros, con el aval del Estado. El consorcio tiene previsto devolver este crédito con los beneficios de la explotación de la nueva marina de 'mega-yates', con 700 amarres de más de 15 metros, y con explotación de los lugares de ocio y restauración que hay en la zona portuaria reformada. De esa línea de crédito, Consorcio Valencia lleva gastados 300 millones en las infraestructuras que se relacionan, según la información que nos entrega:
 
 
También tiene previsto gastar 110 millones más para retirar la vallas y el perímetro de seguridad ahora instalado, además de para acondicionar un paseo elevado y los alrededores de la nueva marina que la haga más funcional y atractiva una vez finalizado el evento. El plazo de extinción de la sociedad y del período de amortización del crédito se extiende hasta los próximos 35 años.
 
Como vemos, no se puede decir que el Estado no haya puesto ni un "clavel", porque pagó ese por 40 por ciento de los 90 millones al Alinghi... pero ni un duro más. Sin embargo, desde la Administración Central suman el aval del crédito (500 millones) como si fuera un gasto consolidado; el coste de la reparación del Parador Nacional de El Saler, como si las habitaciones de los huéspedes fueran gratis; y los costes de la ampliación del Aeropuerto, que ya estaba prevista antes de saberse nada de la Copa del América. Total, mil millones que se dicen en inversiones del Estado en la Copa del América. Sin comentarios.
 
Y aquí volvemos otra vez a la tan manida media frase de Bernie Ecclestone, el patrón de la Fómula Uno: “... si gana las elecciones el PP”. De ser así, el Consorcio Valencia 2007 seguirá existiendo y podrá concluir su trabajo, la terminación de la marina, la devolución del crédito como está previsto, etc... Pero las elecciones autonómicas y municipales dictarán sentencia. El ministro Jordi Sevilla ya ha advertido que si no es así y consigue la mayoría suficiente en el Consorcio -para ello sólo necesita ganar la Generalidad o el Ayuntamiento-, disolverá esta sociedad para crear otra que dependa exclusivamente de su ministerio, que no se caracteriza precisamente por realizar inversiones en la Comunidad Valenciana.
 
Además, para mejorar el aspecto de la ciudad, los accesos, etc... ni un solo euro. La Generalidad Valenciana ha puesto en marcha un tranvía hasta el Puerto y una nueva línea de Metro hasta el Aeropuerto... total, unos 200 millones que pagaremos los valencianos. El Ayuntamiento ha arreglado algunas calles y avenidas, y el Estado le ha dado permiso para que se endeude, y gracias.
 
2. ¿Qué será del Port America's Cup después del evento?
 
El Puerto de Valencia era hace tan sólo cuatro años una instalación marítima de carácter comercial, cerrada, inhóspita y llena de los enseres y mercancías que suelen encontrarse en los puertos de todo el mundo. Con la America's Cup, de estas instalaciones se ha segregado la dársena interior que se ha comunicado con un canal nuevo con el mar, y todo el entorno se ha convertido en un parque urbano.
 
Ése ha sido el trabajo del Consorcio. La Autoridad Portuaria, dependiente del Ministerio de Fomento, otorgó en 2003 una concesión gratuita de la explotación de esa dársena hasta el 31 de diciembre de 2007 al Consorcio, y éste a su vez cedió esa explotación a ACM, la organizadora del evento, hasta el 30 de septiembre de este año. ¿Qué pasará después de esa fecha? Si a partir de entonces el Consorcio sigue existiendo, la Autoridad Portuaria negociará con él, las tasas de ocupación de la dársena que habrán de sumarse a los gastos de amortización del crédito consumido. Pero también podría desahuciar al consorcio, volver a convertir el parque en un puerto comercial, etcétera...
 
Por lo pronto, los valencianos han tomado posesión de las instalaciones y las disfrutan más de 150.000 personas cada fin de semana, con Copa del América o sin ella. Ya veremos quién se lo quita.
 
3. ¿Con quién tiene que negociar el Alinghi si quiere seguir en Valencia?
 
Evidentemente con las tres administraciones, como lo hizo en 2003. Pero parece que Jordi Sevilla es quien puede tener la última palabra sobre la cesión del Puerto de Valencia. Michel Bonnefous, presidente de ACM -organizadora del evento dependiente de Alinghi-, ya lleva aquí casi cuatro años y ha aprendido mucho de nuestro modo de ser y proceder y, una vez que el dueño del sindicato suizo, Ernesto Bertarelli, ha dado luz verde para que el evento siga en Valencia, se ha puesto en contacto con el ministro. Pero Sevilla no ha dicho ni que sí ni que no, que contestará cuando pasen las elecciones. ¡Qué peligro! Como diga lo mismo que con el trasvase del Ebro...

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