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Ahern, forzado a constituir un Gobierno de coalición al no haber logrado mayoría absoluta en las generales irlandesas

El partido irlandés Fianna Fail (FF), liderado por el primer ministro Bertie Ahern, ha ganado las elecciones generales tras haber obtenido 78 de los 166 escaños que integran el Parlamento de Dublín, el Dáil Eireann. Este balance, que deja al FF a cinco escaños de la mayoría absoluta, obliga a Ahern a buscar apoyos entre ecologistas, neoliberales, conservadores, laboristas y centristas si quiere optar a un histórico tercer mandato consecutivo. Al FF le han seguido la principal formación opositora, el Fine Gael (FG) del conservador Enda Kenny, con 51 diputados, y el Partido Laborista de Pat Rabbitte, con 20.

El partido irlandés Fianna Fail (FF), liderado por el primer ministro Bertie Ahern, ha ganado las elecciones generales tras haber obtenido 78 de los 166 escaños que integran el Parlamento de Dublín, el Dáil Eireann. Este balance, que deja al FF a cinco escaños de la mayoría absoluta, obliga a Ahern a buscar apoyos entre ecologistas, neoliberales, conservadores, laboristas y centristas si quiere optar a un histórico tercer mandato consecutivo. Al FF le han seguido la principal formación opositora, el Fine Gael (FG) del conservador Enda Kenny, con 51 diputados, y el Partido Laborista de Pat Rabbitte, con 20.
L D (EFE) Si sus planes negociadores se cumplen, con ese tercer mandato consecutivo Bertie Ahern igualaría así al "padre" del estado irlandés y fundador del FF, Eamon de Valera. Sea cual sea la composición del futuro Ejecutivo, Ahern tiene claro que los preceptos que guían desde hace una década la exitosa economía de la República –bajos impuestos, incentivos fiscales para las multinacionales, privatizaciones o flexibilidad laboral– son inamovibles.

"Debemos tener un programa para gobernar. No se trata sólo de hacer un apaño aritmético de inmediato. Es importante que formemos un Gobierno estable por el bien de la imagen interna y externa del país", arguyó el Taoiseach (primer ministro). Al FF le siguió en estos comicios la principal formación opositora, el Fine Gael (FG) del conservador Enda Kenny, con 51 diputados, y el Partido Laborista de Pat Rabbitte, con 20.

Lejos quedaron los actuales socios del FF en el Gobierno irlandés, los Demócratas Progresistas (PD), que perdieron seis de sus ocho parlamentarios, mientras que el Partido Verde se quedó con los seis diputados que logró en 2002. Por su parte, el Sinn Fein, el brazo político del ya inactivo IRA, tampoco estuvo a la altura de las previsiones al perder uno de los cinco escaños que tuvo durante la anterior legislatura.

El resto de los nuevos parlamentarios, cinco en total, son candidatos independientes y alguno de ellos podría entrar en el futuro Gobierno de coalición si Ahern necesitase más apoyos. En teoría, Kenny y Rabbitte representan aún la llamada "Alianza del Arco Iris", la alternativa al anterior Gobierno del FF y los Demócratas Progresistas (PD), partido éste último que ha sufrido un descalabro y perderá seis de sus ocho diputados.

No obstante, se especula con la posibilidad de que Ahern ofrezca a Rabbitte un puesto en el futuro Ejecutivo, lo que abriría entonces un intenso debate entre los laboristas partidarios de acceder al poder y los que se mantienen fieles a la idea de desalojar al FF. A este respecto, el líder izquierdista ha declarado que "no le gustaría" formar parte de un Gobierno con los republicanos, dejando entrever que, quizá, deba hacerlo si así se lo pide su grupo parlamentario.

Ahern podría incluso pactar con el Partido Verde, que se dejaría cortejar por ambos bloques, ya que no tiene inconveniente en gobernar con partidos de ideologías opuestas siempre y cuando incluyan en su agenda las reformas medioambientales. El líder de los ecologistas, Trevor Sargent, ha pedido tiempo para ver "cómo se desarrollan las posibles negociaciones", en las que plantearían, por ejemplo, la abolición de donaciones corporativas a partidos políticos y la aplicación de una política energética sostenible.
 
Los verdes también aspiran a acometer una amplia reforma de servicios públicos, en la sanidad o el transporte, sectores que, en su opinión, han sido destruidos durante los diez años de Gobierno del FF y PD. "En principio –añadió Sargent–, será nuestro partido el que decida si pactamos o no. Me guiaré por lo que digan los miembros del partido". Para Ahern la lista de demandas de los ecologistas podrían resultar aceptables si éstas no influyen negativamente en la marcha de la economía.
 
La única formación que parece descartada de las combinaciones de Gobierno es el Sinn Fein, el brazo político del ya inactivo IRA, que ha obtenido unos malos resultados y podría volver al próximo Dáil con dos representantes menos que en la anterior legislatura, en la que tuvo cinco. El Fianna Fail, republicano como el Sinn Fein, no hubiese dudado en coligarse con la formación de Gerry Adams si no fuese porque considera que sus teorías económicas de izquierda radical podrían frenar el progreso en Irlanda.

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