L D (Agencias) Las palabras del nuevo embajador británico en Kabul dan muestras del grado de compromiso adquirido por el Reino Unido para con el Gobierno de Afganistán; y aunque sus palabras pueden ser interpretadas por algunos como el principio de una ocupación, lo cierto es que la inestabilidad en la que se mueve Oriente Medio hace más necesarias este tipo de medidas.
El Gobierno de Londres piensa reforzar su misión diplomática en Kabul, enviando a más personal, en un intento de prevenir una situación de inestabilidad como la que vive Irak, donde también está destinado un importante contingente militar británico.
No en vano la falta de tropas y personal ha sido uno de los elementos más criticados del plan estratégico americano en la era post Sadam fuera y dentro de Estados Unidos. Así las cosas, el Reino Unido proyecta además aumentar su presencia militar en el país asiático hasta un total de 7.700 uniformados a lo largo de este año.
La mayor parte de los militares están destacados en la provincia de Helmand, donde combaten a los talibanes junto con las tropas internacionales dirigidas por la OTAN y entre las que se encuentran efectivos españoles.
Las prioridades de la presencia británica en Kabul serán combatir la corrupción, ayudar a construir instituciones de gobierno en el sur del país y hacer frente a la producción de opio, según fuentes del Ministerio de Exteriores británico.
La embajada en la capital afgana se convertirá en una de las más potentes del país afgano.