L D (EFE) Emoción, espectáculo, nervios, ambiente, lleno en el Martín Carpena. Condicionantes para que el encuentro fuera excelente y de los que hacen vibrar al aficionado. Y así empezó. Igualdad, agresividad por parte de los dos equipos y mejor inicio del Unicaja, más centrado y con una posibilidad única que no podía dejar pasar. El técnico italiano del Unicaja, Sergio Scariolo, no varió en exceso su planteamiento con respecto al que realizó el pasado jueves en Madrid. La superioridad del pívot senegalés Boniface N'Dong, volvió a hacer estragos en la zona madridista. Esta vez Felipe Reyes, que inició el partido de titular, no podía con el jugador cajista.
Su homólogo en el Real Madrid, Joan Plaza, que se la jugaba, introdujo al pívot griego Lazaros Papadopoulos, para intentar frenar a N'Dong. Algo consiguió, pero el Unicaja era un equipo, un bloque y salió a relucir Berni Rodríguez, que ganaba a su par. El Real Madrid, muy nervioso era frenado, por la defensa del Unicaja. Sólo Louis Bullock mantenía a su equipo en el partido con sus tiros cerca del aro. La máxima diferencia la consiguió el conjunto local 20-12 (m.10). Se esperaba la reacción del Real Madrid. El Unicaja muy centrado intentaba mantener la ventaja con su defensa a los jugadores claves del equipo madridista. Estos recortaron algo la diferencia, más por el bajón físico de su rival, que por los aciertos suyos. 22-20 en el minuto 13.
El partido era vibrante, con dos equipos lanzados a por la victoria y sin titubeos y tapujos. El Unicaja bien dirigido por Carlos Cabezas, indiscutible en la Selección Española, maneja el enfrentamiento a su antojo. El Real Madrid, muy flojos Reyes y Papadopoulos, lo tenía difícil por la superioridad de los pívots locales, aunque lograba mantenerse a poca distancia. El único que se salvaba de la escasa aportación en la anotación del Real Madrid era Bullock, con 14 puntos en los primeros veinte minutos, y un buen bagaje ofensivo. El conjunto madridista tenía que apretar en defensa e intentó con una zona salvaguardar su perímetro del acierto del Unicaja. Alguna ventaja tuvo, por lo menos para soñar con la remontada.
El descanso llegaba prácticamente con dos acciones, una del base turco Kerem Tunceri, y falta en la misma acción a Felipe Reyes, que los árbitros dieron por válida la canasta del primero, lo que sirvió para igualar el encuentro a 36 puntos y la otra, un lanzamiento de Cabezas sonando la bocina, que no entra, pero un jugador del Real Madrid toca el aro. Los colegiados van a estudiar la jugada en el ordenador de la mesa y después de dilucidar varios minutos no dan la canasta. Protestas y a descansar.
El tercer período fue igualadísimo. El Unicaja no lograba despegarse y eso que el escolta Berni Rodríguez, otro que pide continuar en la Selección, Pepu Hernández, estaba en el palco, sacó su látigo y engatilló al Real Madrid, que con Bullock, de estrella buscaba la sorpresa. 49-49, en el 26. A falta de dos minutos para la conclusión del tercer cuarto, el Unicaja cogió una renta que podría ser suficiente. Aprovechó la ventaja dada por su rival bajo tableros y con penetraciones y tiros a media distancia puso en franquicia el marcador 60-55.
Quedaba poco para la sorpresa y para que el octavo de la Liga regular se deshiciera del primero. Pero en baloncesto diez minutos es un mundo, es como llegar a la luna. El Madrid parecía ido, roto, muerto. Reyes y un triple de Smith, igualaron de nuevo el encuentro, 60-62, minuto 32 y dos puntos posteriormente de Hervelle, pusieron por delante a los madridistas por primera vez en el partido 60-62. El Unicaja tenía muchos problemas para recepcionar en la zona y la defensa zonal del Real Madrid desestabilizaba a los tiradores cajistas. Aún así, el Unicaja luchaba con un Rodríguez pletórico y un Cabezas, excepcional, rompiendo con sus triples el sistema defensivo impuesto por Plaza.
Cabezas anotó cinco puntos consecutivos y levantó a su equipo. 77-73, minuto 37. Ni Tunceri, ni Raúl López, ni nadie podía con el bravo jugador cajista. Un tiempo muerto del conjunto madridista intentaba poner calma a un partido que se le iba por momentos. Lo consiguió, porque volvió a ponerse por delante tras un triple desde la esquina de Raúl López, 79-80, minuto 39. El Unicaja con un varapalo tan sufrido no se vino abajo. Los tiros libres de Cabezas y N?Dong, le daban como mínimo el derecho a la prórroga, 83-80, a falta de 36 segundos.
Los tiros libres iban a ser definitivos. Ninguno de los dos equipos fallaba. 85-84, a falta de 16 segundos. Fue Cabezas, el que erró uno de los lanzamientos, 86-84 y empataba Mumbrú, con otros dos tiros libres. Faltaban 8 segundos, que los aprovechó Rodríguez, para entrar como una moto por una autopista dejada por la mala defensa madridista. Al final se llegó con 88-86, y el Unicaja ya están en semifinales.
Su homólogo en el Real Madrid, Joan Plaza, que se la jugaba, introdujo al pívot griego Lazaros Papadopoulos, para intentar frenar a N'Dong. Algo consiguió, pero el Unicaja era un equipo, un bloque y salió a relucir Berni Rodríguez, que ganaba a su par. El Real Madrid, muy nervioso era frenado, por la defensa del Unicaja. Sólo Louis Bullock mantenía a su equipo en el partido con sus tiros cerca del aro. La máxima diferencia la consiguió el conjunto local 20-12 (m.10). Se esperaba la reacción del Real Madrid. El Unicaja muy centrado intentaba mantener la ventaja con su defensa a los jugadores claves del equipo madridista. Estos recortaron algo la diferencia, más por el bajón físico de su rival, que por los aciertos suyos. 22-20 en el minuto 13.
El partido era vibrante, con dos equipos lanzados a por la victoria y sin titubeos y tapujos. El Unicaja bien dirigido por Carlos Cabezas, indiscutible en la Selección Española, maneja el enfrentamiento a su antojo. El Real Madrid, muy flojos Reyes y Papadopoulos, lo tenía difícil por la superioridad de los pívots locales, aunque lograba mantenerse a poca distancia. El único que se salvaba de la escasa aportación en la anotación del Real Madrid era Bullock, con 14 puntos en los primeros veinte minutos, y un buen bagaje ofensivo. El conjunto madridista tenía que apretar en defensa e intentó con una zona salvaguardar su perímetro del acierto del Unicaja. Alguna ventaja tuvo, por lo menos para soñar con la remontada.
El descanso llegaba prácticamente con dos acciones, una del base turco Kerem Tunceri, y falta en la misma acción a Felipe Reyes, que los árbitros dieron por válida la canasta del primero, lo que sirvió para igualar el encuentro a 36 puntos y la otra, un lanzamiento de Cabezas sonando la bocina, que no entra, pero un jugador del Real Madrid toca el aro. Los colegiados van a estudiar la jugada en el ordenador de la mesa y después de dilucidar varios minutos no dan la canasta. Protestas y a descansar.
El tercer período fue igualadísimo. El Unicaja no lograba despegarse y eso que el escolta Berni Rodríguez, otro que pide continuar en la Selección, Pepu Hernández, estaba en el palco, sacó su látigo y engatilló al Real Madrid, que con Bullock, de estrella buscaba la sorpresa. 49-49, en el 26. A falta de dos minutos para la conclusión del tercer cuarto, el Unicaja cogió una renta que podría ser suficiente. Aprovechó la ventaja dada por su rival bajo tableros y con penetraciones y tiros a media distancia puso en franquicia el marcador 60-55.
Quedaba poco para la sorpresa y para que el octavo de la Liga regular se deshiciera del primero. Pero en baloncesto diez minutos es un mundo, es como llegar a la luna. El Madrid parecía ido, roto, muerto. Reyes y un triple de Smith, igualaron de nuevo el encuentro, 60-62, minuto 32 y dos puntos posteriormente de Hervelle, pusieron por delante a los madridistas por primera vez en el partido 60-62. El Unicaja tenía muchos problemas para recepcionar en la zona y la defensa zonal del Real Madrid desestabilizaba a los tiradores cajistas. Aún así, el Unicaja luchaba con un Rodríguez pletórico y un Cabezas, excepcional, rompiendo con sus triples el sistema defensivo impuesto por Plaza.
Cabezas anotó cinco puntos consecutivos y levantó a su equipo. 77-73, minuto 37. Ni Tunceri, ni Raúl López, ni nadie podía con el bravo jugador cajista. Un tiempo muerto del conjunto madridista intentaba poner calma a un partido que se le iba por momentos. Lo consiguió, porque volvió a ponerse por delante tras un triple desde la esquina de Raúl López, 79-80, minuto 39. El Unicaja con un varapalo tan sufrido no se vino abajo. Los tiros libres de Cabezas y N?Dong, le daban como mínimo el derecho a la prórroga, 83-80, a falta de 36 segundos.
Los tiros libres iban a ser definitivos. Ninguno de los dos equipos fallaba. 85-84, a falta de 16 segundos. Fue Cabezas, el que erró uno de los lanzamientos, 86-84 y empataba Mumbrú, con otros dos tiros libres. Faltaban 8 segundos, que los aprovechó Rodríguez, para entrar como una moto por una autopista dejada por la mala defensa madridista. Al final se llegó con 88-86, y el Unicaja ya están en semifinales.