LD (Agencias) En declaraciones a la televisión pública DR, el primer ministro danés, Per Stig Møller, cifró en dos el número de muertos entre el personal adscrito a la embajada, en el atentado en el que podría haber perdido la vida por lo menos seis personas.
Møller informó que podría haber una persona de nacionalidad danesa entre los fallecidos, aunque este extremo aún no está confirmado.
En una rueda de prensa celebrada horas antes en la sede de Exteriores en Copenhague, Møller había dicho que había un muerto -contratado como trabajador de limpieza- y tres heridos entre el personal de la sede diplomática, todos ellos paquistaníes.
El Ministerio de Interior de Pakistán por su parte ha elevado el número de muertos a seis, mientras que una veintena han resultado heridos, aunque una fuente de los servicios de rescate en Islamabad aseguró a Efe haber trasladado ocho cadáveres.
Tras conocerse el atentado, el Gobierno danés anunció una reunión de emergencia del gabinete de seguridad para tomar medidas preventivas. Entre las iniciativas destaca el envío de un equipo extra de personal de Exteriores a Pakistán, además de someter a todas las embajadas danesas a un nuevo control de seguridad.
Las viñetas
Imágenes de las cadenas de televisión han mostrado un cráter de más de un metro de profundidad en medio de la calle, justo en el lugar en el que el coche-bomba explotó. Decenas de automóviles resultaron dañados al igual que locales, árboles y viviendas cercanas. Una intensa humareda blanca empañó la zona urbana en la que se encuentran otros organismos internacionales como la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo que registró importantes daños.
La publicación de doce caricaturas del profeta Mahoma en el diario danés Jyllands-Posten en septiembre de 2005 provocó cinco meses después una crisis con el mundo islámico, con boicot económico a empresas danesas y manifestaciones de protesta contra Dinamarca.
Varias de sus legaciones diplomáticas, entre ellas la de Islamabad, permanecieron cerradas durante meses a raíz de las protestas e incidentes de la comunidad islámica en esos países. La crisis resurgió el pasado febrero, aunque de forma menos intensa, después de que periódicos de Copenhague publicaron de nuevo las caricaturas, tras descubrirse que tres personas fueron detenidas por preparar supuestamente un atentado contra Kurt Westergaard, uno de los dibujantes.
Tras el atentado se han producido importantes episodios violentos en la capital pakistaní con los islamistas como protagonistas.