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Encarna Jiménez

Antena 3 y Hermida

En la última semana se va perfilando el futuro de las televisiones de cara a 2004. Antena 3, que ha salido a bolsa, se destapó con noticias económicas y reajuste en su plantilla, que va desde los cargos directivos hasta el último empleado. En franco descenso de audiencia, aunque no todo lo vertiginoso que pudiera parecer por el estado de indefinición en el que se encuentra, ha saltado una noticia llamativa: la rescisión del contrato, a punto de concluir, de Jesús Hermida como director de antena. Hermida llevaba 12 años en Antena 3 y últimamente no daba la cara, sino que estaba como ejecutivo de un área difusa por lo amplia. Él iba de la mano de Ernesto Sáenz de Buruaga y formaba parte de ese grupo de privilegiados que salen silenciosamente de un contrato  tras un finiquito que no trasciende. Las salidas de las figuras suelen ser menos ruidosas que las de 250 empleados que se ven expulsados de la cadena para buscarse la vida como puedan.
 
La despedida de Jesús Hermida, que estaba al caer, tiene, sin embargo, ese punto nostálgico de quien dice adiós a un personaje que ha marcado 40 años de televisión en España. Se hizo popular desde su corresponsalía en Nueva York, época en la que le tocó informar desde la llegada del hombre a la luna hasta los fenómenos de masas del hippismo y el pop. En los años 80, de vuelta a España, inició la apertura de las mañanas a una programación casera de la mano de Pilar Miró y, cuando se asentaron las cadenas privadas, pasó a Antena 3 donde hizo “talk shows” con menos tirón que sus anteriores programas en TVE.
 
La rescisión del contrato de Hermida es un paso más en la puesta al día de Antena 3, que tiene que dejar en el esqueleto una plantilla sobredimensionada, sobre todo en los cargos directivos y en informativos. Esa es la única manera de que su salida a bolsa tenga éxito a medio plazo. Los primeros días ha habido movimiento y se ha revalorizado. Por su parte, BBVA ha vendido su 1,46 por ciento de participación que ha ido a parar a Planeta, que se hará cargo con holgura del futuro de Antena 3 para empezar una nueva época.
 
Si las acciones están yendo bien, no parece que los telespectadores tengan grandes motivos de alegría, y no porque la salida de Jesús Hermida sea una gran catástrofe, sino porque la evolución de la televisión en España ha tomado un rumbo de deterioro rápido, falta de propuestas y monopolización acusada. El caso más llamativo en ese proceso de concentración es el de Sogecable que ya está denunciada en el tribunal de defensa de la competencia. Con este panorama empieza una nueva época en la que el ruido del dinero será más fuerte todavía que el del griterío de los programas de cotilleo. 

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