Mientras que el gobierno estadounidense acusa al régimen de Castro de violar sistemáticamente los derechos humanos, aquí, la Unión Europea –instalada también en el cobarde y nauseabundo “hablando se entiende la gente”– insiste en dialogar con el tirano. El 9 de febrero, representantes de la Presidencia irlandesa se pusieron en contacto con varios agentes castristas en Europa para asegurarles que si su señorito hacía algún “gesto”, ellos responderían de inmediato reconociendo su buena voluntad y favoreciendo la vuelta al diálogo político. El “gesto” de Castro no se demoró. Los mandó a freír espárragos. El 20 de febrero les contestó que son los gobiernos europeos y no él quien tienen que rectificar. Al coma le molesta mucho que los embajadores europeos en La Habana inviten a los pocos activistas de derechos humanos que todavía no ha encarcelado. El Máximo Líder no se pondrá más al teléfono mientras los gobiernos del viejo continente no reconozcan que sus víctimas son agentes al servicio de Bush. Mercenarios de la potencia enemiga. ¡Bastante le importa a él la ayuda que a la Isla pueda llegar de Europa! Para financiar su seguridad y la represión le sobra con el petróleo que le regala su compadre venezolano y con las remesas de dólares que los que huyeron envían a sus familiares rehenes de la tiranía. Además, si los cubanos se mueren de hambre, mejor. Así no tendrán fuerzas para pensar en cómo deshacerse de sus verdugos.
¿Qué pueden esperar de la UE que únicamente apoya la iniciativa más pactista que existe en la Isla? Para los políticos europeos, el único disidente que hay en Cuba es Osvaldo Payá. Siguen su misma política. Pero con una “pequeña diferencia”. Payá está en la Isla-cárcel y, por desgracia para todos, cualquier día puede sufrir un “accidente de tráfico” –uno más de los muchos que se producen en la Prisión-grande– y aparecer muerto en una cuneta. Sin embargo, los pactistas europeos no corren ese riesgo. Nada les obliga a hablar para “entenderse” con un gángster que no puede hacerle ningún daño, ni a ellos ni a sus hijos. Pero, como al coma-andante, a la mayoría de los gobiernos europeos la suerte de los cubanos les importa un bledo. Casi nos alegramos de que Castro desprecie su “hablando se entiende la gente”. Hay que ser un desalmado para después de 45 años de barbarie insistir en dialogar con quien según Mariano Rajoy es un “asesino de la peor especie”. Por fortuna para los españoles, el gobierno de José María Aznar no participa de esta política entreguista y cobarde. Es cierto que apoya el Proyecto Varela, pero no le ofrece diálogo al tirano ni espera nada bueno de él.
¿Qué saben del sufrimiento de los cubanos los que confortablemente desde Europa le piden “un gesto” a su verdugo? Únicamente conocen los hoteles del apartheid y los precios de los jineteras. ¡Son tan baratos! ¡Tan dulces los anocheceres de Varadero con una prostituta muerta de hambre y de asco al lado! Por eso llaman a La Habana. Para tener menos inconvenientes a la hora de volar a la Isla de los cien mil presos y de las doscientas cárceles. Últimamente el coma-andante les ponía muchas dificultades. El dolor ajeno puede esperar, ellos no muchos más días sin reencontrase con aquella joven jinetera que antes de entregársele por unos pocos euros le preparaba tan bien los mojitos. Necesitan inventarse reuniones para volver a verla. Si los viajes les salen “gratis total”, mejor.
A continuación, pueden leer un documento que nos ha llegado de Estados Unidos. Todas las semanas recibimos varios, pero el que ahora transcribimos y que nos han pedido que publiquemos nos parece que resume muy bien el sentir de la inmensa mayoría de los cubanos. Lástima que a gran parte de los políticos europeos no les interese nada lo que aquí se dice.
El Foro Patriótico Cubano, al que pertenecen las más importantes organizaciones del exilio, ha acordado reafirmar nuevamente que luchamos por el cambio total del sistema imperante en Cuba. No por lograr cambios cosméticos dentro del mismo.
Queremos derogar la constitución comunista, instrumento del que se sirve el régimen para negarnos todas las libertades.
Rechazamos todo entendimiento, pacto o componenda con los hermanos Castro.
Nos opondremos a cualquier transición que pretenda perpetuar el sistema en alguna de sus variantes.
Ni apoyamos, ni apoyaremos previsibles negociaciones que excluyan al exilio.
Repudiamos toda solución que no pase por la liberación de todos los presos políticos, por el pleno de respeto de los derechos humanos, por el restablecimiento de un estado de derecho y, por tanto, por una sociedad civil pluripartidista.
Queremos manifestar que la grave situación que sufrimos se debe a que existen poderosos intereses que presionan a los gobiernos de Estados Unidos, de Europa y de Iberoamérica para pactar una transición con la tiranía castrista, enjuague que rechazamos categóricamente.
Por último, rogamos a todos los estados democráticos y a la comunidad internacional que nos ayude a dar pasos concretos que contribuyan a la restitución de todas las libertades y derechos de nuestro pueblo.
Este texto ha sido suscrito por todas las organizaciones que pertenecen al Foro Patriótico Cubano.
Febrero 2004
Florida