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Rubén Loza Aguerrebere

Buenos Aires, inseguridad extrema

La situación es tan extrema, que el propio presidente Néstor Kirchner ha salido en defensa del gobernador de Buenos Aires, en jaque por la situación de altísimo riesgo que se vive en el área metropolitana bonaerense

1) La ola de secuestros sigue en Buenos Aires. Esta semana ocurrió un hecho insólito. En el barrio de Devoto, en Capital Federal, en sólo 15 minutos secuestraron a cinco personas, en la misma calle. Sí. La banda se llevó a todos, y luego negoció un rescate global, en este sorprendente secuestro / exprés.
 
Al margen de este caso insólito, hay –que se sepan– otros dos muy notorios. Dos mujeres. De una de ellas no se tienen noticias. La otra, Patricia Nine (sus familiares son propietarios de un hipermercado y piden 500 mil dólares de rescate), hace quince días secuestrada, fue obligada a enviar una carta copiando noticias de determinado periódico de un día señalado, "como prueba de vida", según la definición que se utiliza para estos casos. Eso es todo.
 
Pero, como ya hemos escrito en otra oportunidad, no se sabe cuántos son los secuestrados, porque la mayoría de las personas prefiere no hacer las denuncias policiales y procura por su cuenta solucionar la liberación de su familiar. Tan difícil es la situación que ahora han comenzado a llevarse a cabo marchas de protesta de los familiares y amigos de los secuestrados, expresando el marcado rechazo a la creciente inseguridad. La situación es tan extrema, que el propio presidente Néstor Kirchner ha salido en defensa del gobernador de Buenos Aires, en jaque por la situación de altísimo riesgo que se vive en el área metropolitana bonaerense.
 
2) Lleva 27 días de "huelga de hambre" el piquetero Raúl Castells, detenido en una cárcel de El Chaco. En su gira piquetera por todo el país, había tomado, con sus huestes, un Casino, solicitando dinero para comprar alimentos y bienes a las personas con carencias que viven en los alrededores de Resistencia, la ciudad capital del Chaco. Pero fue llevado a la cárcel por un delito de coacción. Entonces decidió comenzar esta huelga de hambre, esperando la puesta en libertad. Rechazado el recurso de excarcelación por la justicia de esa provincia, ahora dice que ahora no tomará agua. En algunas fotos que se han visto, se le ve demacrado y los médicos han dicho que corre riesgo su vida.
 
Y mientras tanto, el gobierno ajusta detalles de la reestructuración de la deuda, que se concretará al fin de esta semana; y si bien dice que no realizará modificaciones, abriendo el paraguas por adelantado, es probable que varias se concreten antes de que se corte la cuerda que, cada día, va tensando un poquito más.

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