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Encarna Jiménez

La Navidad del cambio

La programación navideña ha tenido este año algunas novedades derivadas, sobre todo, del cambio en TVE. El programa estelar de Nochebuena en “La Primera” tuvo un marcado carácter infantil. “Los Lunnis”, al estilo de los especiales de los “teleñecos” americanos, fueron los protagonistas de un largo programa en el que hubo actuaciones y un guión más elaborado que los de la competencia. La defensa de la infancia, que ha sido el principal objetivo del Gobierno en lo referente a televisión, tuvo su reflejo en esta “infantilización” de la noche.
 
Como no se puede negar que la Navidad tiene bastante que ver con Belén y el nacimiento de Jesús, la cadena pública hizo hueco en “La 2” a la tradición cristiana. Así pudimos ver el concierto del Vaticano, en el que la Santa Sede se hacía la moderna con una gala en la que aplaudían unos cardenales desubicados a Simply Red o Massimo Ranieri. En esta cadena se pudo seguir la Misa del Gallo de Roma y hasta se  rescató a Raphael en un concierto de Navidad.
 
La propuesta más inadecuada la presentó Telecinco, que ofreció un especial de Carlos Latre que, bajo el título de “Latrelevisión 2004”, hizo un resumen de los tres especiales ya emitidos con “sketches” del humorista. Con esta oferta, los que se apuntaran a Telecinco tuvieron una ración de escenas escatológicas, humor zafio, algunas parodias conseguidas y mucha lata. A la cadena líder no le gusta gastar dinero en fechas señaladas, prefiere ganar en el día a día. Pero, tanto ahorran, que ni siquiera tuvieron el buen gusto de eliminar aquellas gracias que podían chirriar en Nochebuena, y tampoco se esmeraron en hacer un pequeño guión que diera un sentido a la selección de “gags” de un buen imitador y creador de personajes que no acaba de encontrar quien le hile bien sus gracias.
 
Antena 3 también se inclinó por el humor. Tras los clásicos y socorridos “Simpsons”, que nunca fallan, emitió un programa de “Homo zapping”, el espacio que ha ido ganando millones de adeptos en el que se hacen parodias de la televisión, especialmente de los programas de cine de José Luis Garci y Cayetana Guillén Cuervo.
 
Afortunadamente, el mensaje de Su Majestad el Rey siguió siendo el referente horario y se emitió a las 9 de la noche como tradicionalmente se ha venido haciendo. Las cadenas generalistas, excepto la televisión autonómica vasca, lo retransmitieron y marcó la actualidad institucional en estas fechas. El resto fue humor más o menos oportuno y la constatación de que la Navidad cristiana tenía su espacio en la segunda cadena de TVE para que no nos olvidáramos del pesebre ni de Raphael y su pequeño tamborilero. 

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