Hay una teoría que dice que existe un grupo reducido de personas –una cábala– que mantiene secuestradas las mentes de Bush, Blair y Aznar. Todas al mismo tiempo y con el mismo propósito: derrocar a Saddam e instaurar una democracia por la fuerza en Irak. El ministro de Defensa Bono, como buen manchego, hace una traducción localista y colorida de esa visión conspiratoria: en España hay una “cuadrilla”, el GEES, que mantiene secuestrado no sólo a Aznar, sino a todo el PP en la materia que le compete, la defensa.
No es la primera vez que el Sr. Bono, en tanto que ministro de Defensa y en sede parlamentaria, arremete contra el GEES porque no logra el apoyo parlamentario que persigue para distintos proyectos que el GEES ha criticado. Desde aquí queremos darle las gracias. Sinceramente. Nunca nadie antes no había elevado a tal categoría y nos había demostrado tanta fidelidad en sus odios. Se nota que alguien próximo a usted nos sigue y nos lee, aunque no esté de acuerdo con lo que decimos, ¿qué más puede esperar un pequeño think-tank, independiente y que no vive de las miserias que reparte sectariamente el Estado, abducido, ese sí, por el Gobierno?
Nosotros comprendemos la desesperación de alguien, que está acostumbrado a que los medios de comunicación le coman en la mano, asista a una crítica que no puede callar. Pero, como el sr. Bono debería saber, por el bien de España que tanto invoca, tiene que aprender a convivir con quienes no están de acuerdo con lo que dice y hace, ni cómo lo dice y hace.
Pero, en fin, se trata de darle las gracias por la importancia que nos concede. No otra cosa. Sr. Bono, el año que viene el GEES celebrará su XX aniversario. Como comprenderá, usted es sólo un episodio pasajero en nuestra vida y no podemos darle más relevancia. Pero como imaginamos que todavía seguirá al frente de la cartera que nos toca directamente, desde aquí le queremos invitar a que participe en nuestra celebración. Pocas entidades –aunque no sean ni de su gusto ni de su cuerda– han sobrevivido tanto en un ambiente tan difícil como el de los temas de defensa en España. Sus diatribas públicas, que sinceramente agradecemos, esperamos que nos ayuden a seguir adelante.
Por último, un consejo. Cuide a los que tiene usted por debajo, cerca y más lejos. No vaya ser que también les tengamos secuestrados. Y de nuevo, muchas gracias ministro. Usted sí que sabe identificar a sus enemigos.
