Si sentían nostalgia aquellos días en los que la bronca 'Garzón sí, Garzón, no' protagonizaba toda la vida nacional hoy tenemos una réplica porque el juez se sentará en el banquillo por Gürtel.
El Mundo empieza curándose en salud con el juez instructor. Alberto Jorge Barreiro está "ligado a la izquierda radical y de impecable trayectoria profesional". Pedro J. no se corta un pelo ni en el titular del editorial: "El tramposo Garzón pone en peligro Gürtel". Le atiza sin piedad. "Garzón actuaba como una especie de Dios todopoderoso con todos los ases en la manga (...) El común denominador de toda la carrera judicial de Garzón ha sido su absoluto desprecio a la ley (...) Esto es lo que ha conseguido Garzón con falta de escrúpulos: proporcionar una vía legal para los inculpados puedan quedar libres". Garzón es malo y culpable.
Pero esta vez a El País le importa un rábano si el juez es de izquierdas o el fundador de la mismita Falange. "Garzón será juzgado por el caso Gürtel antes que los corruptos" y el juez instructor "le imputa por querer dominar un caso muy mediático". Y nada más. "Imputa a Garzón una modalidad agravada que ni siquiera contempla la querella inicial", "Bareriro prejuzga", "en el auto contrasta la animadversión a Garzón", "Barreiro parece querer marcar el camino a seguir", "fuentes jurídicas pusieron en tela de juicio el supuesto garantismo de Barreiro", "no se entienden bien las prisas del instructor"... Tiembla, Barreiro.
Sorprende Público, que también protesta por las prisas del juez mientras se partía de la risa cuando el PP se quejó de las prisas del juez del espionaje. "El auto de apertura de juicio oral (...) llama la atención no solo por la celeridad con la que se ha adoptado", dice Marco Schwartz. Y da con el quid de la cuestión. "A muchos les viene bien un Garzón destruido y desprestigiado antes de que se le juzgue por su intento de investigar los crímenes del franquismo".
Pero hay otros temas en la prensa. Por ejemplo, la visita de Rajoy a Merkel, donde dejó a todos alucinados. Habló bien de Zapatero. Dice El Mundo que viajó a Europa "con el maletín de representante comercial y una sola marca en la solapa: España". Y Sostres vuelve a escribir en El Mundo. Mucho más comedido que con la que armó con su chico normal de la semana pasada, eso sí. Pero si creen que la bronca que le ha caído le ha reformado, van listos. Miren lo que dice de las feministas. "Si las primarias las gana Chacón, el feminismo va a desplegar todas sus pancartas y a Rajoy le van a acabar acusando de ser hombre". ¿Es para matarle o no es para matarle? Por cierto, que le ha salido un defensor en su periódico. Es Víctor de la Serna: "Los que luchamos contra la censura asistimos hoy, atónitos, a su resurrección. Correctísima, eso sí". Que se prepare De la Serna.
ABC le da la vuelta a la tortilla de la vuelta a la tortilla de Rajoy. "Zapatero y los precandidatos esperarían que la visita de Rajoy a Berlín tuviese la sutileza de la entrada de un elefante en una cacharrería". Y se quedaron pasmados cuando se deshizo en halagos a Zapatero y sus reformas. Zapatero, los precandidatos y todos los demás. Sus columnistas están hoy mosqueados con Rajoy. Manuel Martín Ferrand quiere una moción de censura. "Son varios los lectores de ABC que reprochan mis observaciones críticas frente al PP (...) No conviene confundir los deseos con la realidad. Rajoy no es una fábrica de hacer amigos". Pues no, más bien no.
En La Gaceta, Carlos Dávila habla de aquello de TV3, que llamó "enfermos" a unos niños que visitaron Intereconomía. "A Fernando Ónega, amigo y sin embargo colega, le creo abochornado, pese a su morigeración gallega, ante el uso que han hecho de su efigie y su voz en la televisión catalana para insultar a esta Casa, a este periódico y a Jiménez Losantos. Se que Ónega está que se sube por la paredes. Es un enorme periodista y es, sobre todo, decente".
Y La Razón esta enfadada con Belén Esteban, que es una borde la tía. Aprovechando que Sálvame ha legado a la prensa seria con el juicio a la Campanario, cuenta que "la de San Blas no da su brazo a torcer ni cuando se la halaga". Desagradecida. Y es que La Razón publicaba el pasado sábado una entrevista con la Campa bajo el titular: "Belén Esteban es una persona generosa". Ayer, "la princesa del pueblo contestaba desde su programa Sálvame: 'A mí ella no me conoce'". Eso pasa por querer salir en Sálvame.