El Mundo es el único que publica en su portada la foto del nuevo sarao indignado. Cuenta el periódico que la "estrella" del Congreso fue un "apacible abuelo cebolleta" que como un "Labordeta revolucionario" cogió el megáfono y con una serie de "incendiarias arengas" se hizo con el personal, que "le aplaudió a rabiar". Qué momentazo para el señor. Pedro J. critica a Rubalcaba –raro, ¿no?– por su falta de previsión. "Ha estado tan ocupado en su gira por las agrupaciones del PSOE que no ha tenido tiempo de ocuparse de este asunto". Pero lo peor le cae a los indignados. "La actitud de estos jóvenes ha llegado al desvarío de creerse por encima de la ley. Si lo que quieren es entrar en el Congreso, lo que tienen que hacer es presentarse a las elecciones. A ver si tienen suerte".
En su crónica parlamentaria de los jueves, David Gistau tiene un temor. "Llegará el momento en que Rajoy interpelará desde su escaño a Zapatero mediante oui-ja. ‘Si su Gobierno inspira confianza a los mercados, lleve el vaso al sí’". Y es que Rajoy, "pese a su temperamento volcánico", dice el cachondo, se ha "adaptado bien" a la "extinción profesional" de Zapatero y su "letanía económica es tan reiterativa y falta de pasión como el mensaje de un contestador automático". A cambio, a Zapatero "se le está poniendo cara de pasear por León".
Y ayer dio el Gobierno a conocer otra reforma laboral en la que ganan los sindicatos. "Causa rubor oír a Méndez y Toxo hablar de defensa de los derechos de los trabajadores" con 5 milloncejos de parados, pero "sonroja más ver como Zapatero y Rubalcaba se pliegan a este razonamiento trasnochado y perjudicial para España", clama Pedro J. pensando que en Moncloa aun hay alguien escuchando.
La Razón aporta un fotón tipo póster del Príncipe y la Princesa besándose bajo un título, cómo diría yo, un pelín cursi: "Amor a la Constitución". Juzguen ustedes mismos. Con la reforma laboral no pierde el tiempo y le pega un susto a Zapatero mentándole la bicha: "Los mercados no tardarán en acusar recibo", que para el presi es como decirle a un niño que viene el hombre del saco.
El periódico de Planeta le dedica grandes loas a Soraya, "esa brava mujer", como dice José Antonio Vera. Esther L. Palomera cuenta que "cuando levanta el micrófono, se hace el silencio unos segundos hasta que sus palabras tronan y traspasan los muros del hemiciclo" y entonces, "arranca, directa a la yugular" de Rubalcaba. Es la sesión de control, no crean.
ABC informa de que Zapatero y Rubalcaba están "en trámites de divorcio" y que "la relación entre ambos se enfría". Y se une al coro pro Soraya. "Rubalcaba tuvo que aguantar ayer el chaparrón semanal de Soraya (...) quien le dejó descolocado y éste pidió auxilio a José Bono". Esta aprovechona de Soraya, portarse así con un novato que se estrena como candidato del PSOE.
También se indigna con los ‘indignados’. "Parece que cuando se tolera a una minoría hacer lo que le place y entretiene, quienes la conforman se terminan creyéndose capaces de levitar por encima de las normas que respetan la inmensa mayoría de los españoles".
El País sigue dándole vueltas a la "lealtad" de Rajoy. Cuenta que Zapatero llamó a Rajoy para decirle que "aunque se había desbocado algo el déficit en las comunidades" se va a cumplir el objetivo del 6%, que no le quepa duda, y que "no había que exagerar" con Castilla-La Mancha. Dice el diario de Prisa que hay una "buena relación personal" entre Rajoy y Zapatero, que lo que "se ha deteriorado mucho con la crisis es el respeto intelectual entre ambos. No se lo tienen". ¿Eso quiere decir que cada uno piensa que el otro es un imbécil y por eso se llevan bien?
La Gaceta cuenta que lo del traspaso de poderes llega ya al esperpento y en Aranjuez la Policía Nacional tuvo que detener una furgoneta cargada de papeles que iba derechita al vertedero. Dice Carlos Dávila que "lo más chusco es que ahora tengan la indecencia de apelar incluso al patriotismo y a la lealtad institucional para que el país pene, pero se calle. Se han orinado y encima cargan la culpa sobre la lluvia".
Y en Público Ernesto Ekaizer cuenta a qué ha venido el cabreo de Cospedal. "La reunión del traspaso de poderes se estaba demorando porque Araújo (la consejera de Economía de Barreda) se había cogido vacaciones". La pobrecilla, tan cansadísima estaba ella que no podía esperar ni unos días más. Así que Cospedal, a quien no le gusta que le toquen las narices ni un poquito "quiso dar un golpe de autoridad: se van a enterar de lo que vale un peine". Pues se han enterado, vaya si se han enterado. ¿Habrá regresado Araújo de sus vacaciones?