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LA PRENSA DE UN VISTAZO

La crucifixión de Jiménez Losantos y 'ABC' desvela el chivatazo del CNI a Ramoncín

Según el diario que se lea el Faisán toma tintes dramáticos o tragicómicos. También hay lugar para noticias que definen el Spain is different.

El Faisán sigue erre que erre y no tiene pinta, esperemos, de que se deje de hablar de un caso que ha vuelto a devolver el protagonismo a un ave que nunca debió perder. El Mundo abre este viernes con una de esas noticias que hacen reflexionar sobre cómo funciona en España el asunto del "hoy por ti, mañana por mí". Así, titula que "Interior asciende al policía acusado del chivatazo a ETA" y lo hace tan sólo un día después de que la Audiencia Nacional revocase el auto de procesamiento de los acusados. Lo mejor de los socialistas es que nunca han disimulado para hacer lo que quieren, cuando quieren. Encomiable.

Es por ello que Federico Jiménez Losantos ahonda en el tema del Faisán y habla del que ha sido vilipendiado por sus compañeros: el juez Ruz. Compara de manera ingeniosa su calvario, salvando las distancias claro, con Jesucristo y cómo fue de Anás a Caifás, pasando por Pilatos durante su pasión. "Y entre los tres crucificaron a un inocente, a cambio de soltar a un criminal llamado Barrabás", dice. De este modo, el director de Es la Mañana en esRadio describe a los imputados del Faisán como los Barrabás, mientras que los sumos sacerdotes serían los 14 jueces que han querido quitarse de en medio a Ruz. "Han sido los anases y caifases de la Audiencia Nacional los que han crucificado al juez nazareno para salvar la campaña de Pilatos", sentencia Federico. Lo mejor es que todos sabemos cómo acaba la historia del verdadero nazareno. ¿Habrá resurrección para que el bien prevalezca sobre la oscuridad? Veremos... y recemos.

Y dos pequeños asuntos más en El Mundo. Por un lado, en "nos cuentan que" aparece que el ministro Blanco se está quedando como una sílfide. Ha perdido seis kilos durante el verano y niega que sea ‘víctima’ de la dieta Dukan y lo atribuye a la estresante agenda de la temporada estival. Aunque confiesa que nunca come antes de una intervención para que "el estómago no le juegue una mala pasada". Por otro lado está Antonio Gala, destrozado por la muerte de su "perrillo Rampín", que yace ya en el cementerio La Baltasara con una lápida de cerámica.

Por su parte, el diario El País intenta, como es habitual, dar la vuelta al caso Faisán y recoge la intención de los acusados del chivatazo. "Los imputados por el ‘Faisán’ piden investigar al policía que les acusó". Si al final Federico llevará la razón y el siguiente en sentarse en el banquillo será Ruz por tener la osadía de investigar una delación policial a una banda terrorista. Si es que ya saben, esto de trabajar está muy mal visto en este país, antes llamado España.

En el diario de Prisa sigue escociendo la Jornada Mundial de la Juventud y, después de que se conociese que España ha batido su récord de turistas en agosto, gracias en parte a los cientos de miles de jóvenes católicos, aparece una tribuna hablando de la JMJ, el Papa y Rouco un mes después. José Manuel Sánchez Ron se pregunta si "piensan Ratzinger y Rouco que tienen el monopolio de virtudes como la solidaridad o la compasión" y se queja de que "es curioso que hablen de totalitarismo los que pretenden imponer sus creencias en la sociedad". Fíjate, que los únicos totalitarios que se vieron en Madrid esos días eran unos que pensaban que la Puerta del Sol era suya y que atacaban a gente que no pensaba como ellos aunque fueran menores de edad. Estaría yo soñando, no sé.

Para Público hoy no hay más tema que el de RTVE y el intento, y luego rectificación, de los consejeros de poder conocer los contenidos de los informativos antes de que se emitan. Su subdirector, Manuel Rico, pide la dimisión de los consejeros y, claro, Manuel Saco como hace a diario aprovecha este asunto para arrear a todo el que se le pone por delante, siempre que sea de derechas o sucedáneo, por supuesto. "A años luz de la llamada TDT Party, ese conglomerado marginal de televisiones cutres, mezcla repugnante de pensamiento fascista, sexo friki y casino de apuestas, TVE debe interpretar en qué consiste la objetividad".

Mientras tanto La Razón lleva en sus páginas una de esas noticias que evidencian cómo funciona este país. Reconozco que cualquiera no vale para hacer esto. Resulta que el líder de UGT, que instigó la huelga de profesores contra Esperanza Aguirre y que se le llena la boca hablando de educación pública, lleva a sus hijos a un colegio privado. Toma ya. Esto es coherencia, pero coherencia socialista. Su nombre es José Ricardo Martínez y es la mano derecha de Cándido Méndez.

La Gaceta afirma que "ETA quiere exigir al Gobierno que Sortu participe en las elecciones del 20-N" y considera que la Policía cree que los etarras aprovecharán el Gudari Eguna para emitir otro comunicado.

Por último, ABC lleva otra de esas noticias características del Spain is different. Hoy abundan. A colación del caso SGAE el diario de Vocento publica algunas escuchas del sumario en una conversación entre Ramoncín y Neri. El primero de ellos le dice a su colega que va a "comer con un amigo del CNI y sabré más que nadie" y que este supuesto agente le avanzó que se iba a abrir una investigación contra la Sociedad de Autores. Pues para esto está el CNI, más pendiente de las cejas que de los turbantes o las txapelas... ahora se explica por qué España está como está. Ojala sea la típica fantasmada de un amigo que pretende impresionar a otro.

Para acabar, Hermann Tertsch da cuenta de los últimos insultos que ha recibido, algo que ya no es noticia. "Echa chispas mi ordenador pese a estar curtido en insultos, por el fuego artillero de injurias que llegan por el Twitter", afirma para añadir que "no había dicho que Franco construyó algún pantano. Ni que Mussolini hizo carreteras. No me metí con Stalin, ni con Largo Caballero, ni con Carrillo o el muy leal Companys". Todo el lío vino por la ejecución de Troy Davis y el aluvión de críticas de todos los contrarios a la pena de muerte y el silencio con la ejecución de otro asesino, en este caso un racista blanco. Por ello dice que "si estamos en contra de la pena de muerte debería protestarse igual la del hijo de puta, facha y racista de Brewer. Que es precisamente lo más suave que me llaman a mí. ¿Tan seguros están mis progres de que están en mi contra?".

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