En el 111 aniversario de su muerte, el escritor irlandés Oscar Wilde ha estrenado una nueva sepultura en el cementerio de Pere Lachaise, en París.
Está protegida por una urna de cristal para evitar las manchas del pintalabios de las mujeres que rendían homenaje al escritor besando la sepultura, y también para impedir que estropeen la tumba con grafitis, que frecuentemente aparecían en el mausoleo y que deterioran la piedra.
La tumba, presentada en un acto que contó con la presencia del actor Rupert Everett, se ha renovado totalmente en unos trabajos de limpieza que han sido financiados por la comunidad irlandesa, informa Efe.