El Mundo aporta en portada nada más y nada menos que tres casos de corrupción: Urdangarín, Matas e Iván Chaves. Pedro J. le endilga un bofetón a Elena Valenciano como para ponerle la cara del revés por calificar de "campaña" contra Chaves el suculento caso de la cocaína. "Elena Valenciano, igual que un disco rayado", titula. "¿Qué no es cierto?", pregunta Pedro J. enfurecido. Mecachis en la mar. Valenciano "también declaró que las informaciones de este periódico sobre Blanco formaban parte de una campaña y que la justicia archivaría el caso. Se equivocó. Por lo visto, la fiel mano derecha de Rubalcaba repite siempre la misma cantinela sin tomarse la molestia de verificar aquello sobre lo que se pronuncia". Y para ilustrarla aporta más datos. "El alto cargo que recibía en el ‘pub’. El ex director general de Trabajo de la Junta al que el conductor acusa de comprar cocaína con dinero de subvenciones comprometía ayudas entre gin tonic y gin tonic". ¡Ah!, qué gusto. Por fin corruptelas de esas que entendemos todos, como en los mejores tiempos del PSOE. Si es que la cabra siempre tira al monte.
Pedro J. también tiene la mano suelta con Rajoy. "El PP defiende a un gobierno ‘desconcertante’". Y es que no le ha parecido bien que ayer presumiera Montoro de haber desconcertado a la izquierda con el impuestazo. "Montoro pide a los españoles un acto de fe en un gobierno que ha defraudado al comenzar su andadura", dice amargamente. "Es posible que el Gobierno haya desconcertado a la izquierda, pero ahora corre el riesgo de confundir a toda la sociedad si no acompaña la subida de impuestos" con otras medidas de reducción del gasto. "En breve veremos si Rajoy es capaz de recuperar el orden y concierto de la política económica (...) Lo esperamos de este gobierno que empieza a ser desconcertante y no solo para la izquierda".
También ABC aporta su granito de arena al morbo de la farlopa andaluza. "Consumíamos cocaína a diario con dinero de las subvenciones", dice el chófer con toda su cara. El diario de Vocento se queja de que Griñán no dice ni pío. "Fue entrevistado por la mañana en la radio pública autonómica y ni se le preguntó por el asunto". Y, claro, él aprovechó el despiste del periodista y no se arrancó motu proprio. Ya lo explica Tomás Cuesta. "El trinque en España, en sus múltiples y poco sofisticadas modalidades, abre expectativas inéditas para los etólogos, expedientes particularmente incisivos respecto a la codicia, los bajos instintos y la jeta pura y dura, entre otras especialidades de la abyección". Que viene a decir que es digno de estudio lo cutres que son nuestros corruptos.
El País trae recortes y más recortes. "Algunas cosas no han variado del todo en La Moncloa con el cambio de Gobierno", se regocija. También habla mucho de corrupción, sobre todo de la del PP. "El primer juicio a Matas por el caso Palma Arena coincide con el de Camps por el Gürtel", dice el editorial. ¿Y?, se preguntarán. Pues eso, que coinciden. "Sin duda, es casual la coincidencia de los dos juicios. Pero no cabe restarle, pese a ello, un innegable valor simbólico". Pos vale. No le parece oportuno hablar sobre la coca con dinero público en Andalucía, pero sí de "otros episodios de corrupción" como los de "Sóller y Calviá", ¿recuerdan? Y le pega pellizquitos de monja a El Mundo. "En concreto, se enjuicia la entrega de casi medio millón de euros al periodista que le redactaba los discursos a Matas y luego los ensalzaba en medios propios o ajenos como el diario El Mundo".
En La Gaceta, Carmen Tomás comienza a flaquear en su apoyo incondicional a Rajoy. "Se echa de menos una explicación más allá de pedirnos un esfuerzo más. (...) Creo que en general los españoles estamos por la labor de sacrificarnos más, pero también queremos ver que este llegue a todos, sobre todo a las Administraciones Públicas. Al sacrifico exigido debería dársele una contrapartida y muchas explicaciones". Uy, Rajoy, yo me preocuparía.
Menos mal que a Rajoy siempre le quedará La Razón, que sigue con su ímprobo esfuerzo por explicar que Rajoy suba impuestos a toda leche pero le entre modorra a la hora de cortarse con el gasto público. "La claridad con la que Montoro relató ayer de nuevo las razones de las reformas emprendidas (...) explica bien la necesidad del sacrificio (...) El equipo de Rajoy no ha tenido otra opción" y lo ha hecho con "celeridad y valentía". Anda ya. José Antonio Vera pone un poco de sentido común y lanza una advertencia. "Se impone la lupa para mirar con detalle en qué se gasta cada céntimo (...) Si se ha subido el IRPF para que las comunidades sigan con sus excesos, el ciudadano medio no entenderá nada y se expresará en la urnas en forma de castigo". Así que ojito.
Ussía nos cuenta sus discrepancias con César Vidal, su "grande y cultísimo amigo". No coincide con el análisis que el "banquero" de César ha hecho de los ministros. "El ‘banquero’ considera al ministro de Justicia, nefasto, al de Interior, inadecuado, y al de Defensa, enigmático". Tras admitir que entiende las críticas a Gallardón por "enfrentamientos y hechos pasados", considera que Jorge Fernández "merece un plazo de respeto", y en cuanto a Morenés, "conoce a la perfección los entresijos del ministerio de Defensa y cuenta con el apoyo de los militares y una exquisita educación". "A pesar de estos diferentes puntos de vista, seguiré leyendo con avidez las conversaciones de César con su ‘banquero’, más por la cultura e inteligencia de César que por los vaticinios del agudo ‘banquero americano’ que de cuando en cuando, se precipita".
Público también habla mucho de corrupción, aunque el caso farlopa no aparece en su portada. Tampoco a los columnistas les peta hablar del goloso caso, les ponen mucho más Matas y Camps, que son más nuevecitos y nunca han dicho nada de ellos. Ambos fueron "presentados por la dirección del PP como paradigmas de la honestidad", dice Marco Schwartz como con reproche. ¿Y Rubalcaba sobre Blanco? ¿Y Elena Valenciano con Chaves? Ya en el interior, se refiere al caso andaluz. "La compra de coca con el fondo de los ERE pone en aprietos a la Junta" porque el caso "mostró ayer su cara más insultante". Y es que, que "dinero para paliar el drama del desempleo acabe en juergas a costa del contribuyente" es un "escándalo político asegurado". Sí, es una cosa muy fea, es verdad.