Lo dicho, Camps vuelve a las portadas de los periódicos por la financiación del PP valenciano. No les aburro y aporto sólo un par de titulares muy, pero que muy clarificadores. El País: "Ric se ha cabreado. Pensaba que lo de las magdalenas ya estaba solucionado". El Mundo: "Esta tarde o mañana me como las galletas". Pues visto así parece un inocente desayuno, creo yo.
Además, Trinidad Jiménez está que trina porque el listillo de Tomás Gómez estropeó su foto de boda con Lissavetzky y se colocó en el medio con gesto alegre. Pero que chico más travieso.
En El Mundo destaca una durísima crítica a Aznar, que ayer puso a caldo a Obama y le acusó de abrazar a los enemigos de EEUU, de condenar a sus aliados tradicionales, de debilidad con Irán y de falta de compromiso en Irak y Afganistán. Lo dicho, a caldo. Esto le parece al periódico de Pedro J. una "desmesura". "Las duras críticas de Aznar a Obama en su discurso... proyectan una imagen muy conservadora del presidente de honor del PP que podría perjudicar a su partido", y le acusa de "sintonía con las posiciones extremistas del Tea Party". Una palmadita: "Aun cuando algunos de sus puntos de vista puedan tener un fondo de razón", y otro capón: "la radicalidad de su exposición equivale a hacer una mala caricatura de Obama. Aznar debería valorar si le compensa arrinconarse en un espacio tan pequeño para ganarse el aplauso fácil de los sectores más duros".
En ABC, Hermann Tertsch sale en su defensa: "Quien no tiene problemas en escasez de odiadores es el ex presidente, José María Aznar. Por supuesto que en gran parte es mérito suyo... como no es simpático ni lo pretende cuando se le ocurre ser gracioso la arma. Todo ello ha facilitado la generación de toda una tropa de odiadores profesionales de Aznar, obsesionados con él y dedicados en cuerpo y alma a demonizar al ex presidente". Así que lo que dijo ayer sobre Obama fue "toda una fiesta para los odiadores que pueden volcar sobre Aznar también su odio a Israel y su antisemitismo semicrudo. Algunos, sin embargo, estamos muy contentos de que Aznar prosiga desde su retiro en la batalla de las ideas". "Cuando más conoce uno a la clase política española actual más necesario parece que Aznar entretenga a sus odiadores". Pues es verdad, los odiadores están hoy supercontentos.
El periódico monárquico cuenta también que Zapatero ya habló con Urkullu antes de ir a Japón sobre presupuestos e Ignacio Camacho pone negro sobre blanco a qué nos enfrentamos: "La negociación de presupuestos suele acabar en todas partes convertida en un mercadeo de chalanes, un tira y afloja de buhoneros, porque al fin y al cabo la política no consiste más que en el reparto de la pasta". Pues no hay más que hablar.
También La Razón se pone del lado del ex presidente. "La capacidad del presidente norteamericano para inhibirse de las crisis internacionales y abandonar los escenarios conflictivos comienza a ser escalofriante". "El pesimismo de Aznar nos parece justificado".
Además se moja –más bien se empapa- con Camps: "Vuelta al acoso contra el PP en Valencia", titula uno de sus puntazos. "Está claro que, algunos, consideran abierto el curso político en Valencia, y para ello se emplean en lanzar al aire acusaciones sin argumentos en una nueva manipulación".
En Público manda Gürtel y como también hablan de magdalenas, debe ser verdad: "Las magdalenas llegaron antes que la cárcel", revela el periódico amigo de Zapatero. Marco Schwartz dice que el informe "no puede ser más demoledor" y considera que si bien "la responsabilidad política" es de Camps, la "responsabilidad última" es de Rajoy.
La Gaceta advierte contra la negociación de Zapatero con el PNV para sacar adelante los presupuestos. "Lo primero que habría que advertir es que el PNV no se va a conformar con la oferta del presidente socialista. Si este es un manirroto que lo vende carito todo por el plato de lentejas de su supervivencia, los nacionalistas son la voracidad en persona". "La negociación con ETA, por tanto, también tendrá alguna presencia en el acuerdo presupuestario, al igual que un regreso nostálgico a los disparates del plan Ibarretxe".
El País desvela el motivo del cabreo de Mohamed VI. Resulta que casi nos declara la guerra porque un helicóptero del Ejército que llevaba provisiones al Peñón de Alhucemas sobrevoló el junio el yate en el que descansaba el monarca alauí. Y encima el vuelo se repitió tras la primera protesta lo que ya fue el colmo de la ira de Mohamed. Habrá que poner silenciadores a los helicópteros o mejor, consultarle las horas de siesta.
Maruja Torres se incorpora a la contraportada prisaica de muy malas pulgas. Analiza en profundidad la actualidad política y no le gusta nada cómo se presenta la cosa: "Veo un futuro en el que la niña de Rajoy contraerá nupcias con el Miguelito de la Coixet. Y tendrán un Aznarín". Y dice que no perdona a Fidel Castro su mal talante con los homosexuales: "Pues mira tú, chico, yo no perdono. Que me pidan perdón...no lo concedo". "No me da la gana perdonar. No perdono esta rentrée de polillas y parásitos, de inútiles y de saqueadores, del abandono vergonzante de tierras quemadas y vidas diezmadas (Irak), de pogromos de gitanos y de indiferencia generalizada". Pues no parece que le hayan sentado nada bien las vacaciones a Maruja Torres, caramba, qué genio.