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Cobo evita el carbón haciendo de Melchor en la cabalgata

Esta parece ser una semana clave para Manuel Cobo. Tras hacer de Melchor en la cabalgata de los Reyes Magos, recibirá el pliego de cargos del Comité de Derechos y Garantías del PP tras ser suspendido cautelarmente de militancia. ¿Querrá evitar el carbón?

Esta parece ser una semana clave para Manuel Cobo. Tras hacer de Melchor en la cabalgata de los Reyes Magos, recibirá el pliego de cargos del Comité de Derechos y Garantías del PP tras ser suspendido cautelarmente de militancia. ¿Querrá evitar el carbón?

Miles de niños y sus familiares inundaron este martes el paseo de la Castellana pese al frío de la capital para ver pasar las carrozas de la tradicional Cabalgata de los Reyes Magos, que partió sobre las 18.30 horas de Nuevos Ministerios con dirección a la plaza de Cibeles, donde sus Majestades se han dirigido a los más pequeños antes de emprender su viaje por todo el mundo para entregar los regalos.

Así, mayores y pequeños se agolpaban a ambos lados de la calle para no perder detalle del desfile, este año dedicado a las culturas del mundo y a la paz. Elefantes, jirafas, dibujos de la tele y muchos otros animales y personajes desfilaron ante las miradas ilusionadas de los más pequeños de la casa, que no paraban de reclamar caramelos y otras chucherías.

Cerrando la comitiva estuvieron Melchor, Gaspar y Baltasar en sus carrozas luminosas –la de Baltasar tuvo algunos problemas iniciales con la iluminación pero finalmente funciona con normalidad– acompañados por sus pajes.

Antes de comenzar el desfile, Manuel Cobo, caracterizado de Melchor (Gaspar era Gabriel Calles, del PSOE y Baltasar, Ángel Lara de IU), recordó a los niños que "hay que acostarse pronto" para que los magos de Oriente puedan hacer su trabajo, y aseguró que intentarán llevar todo lo que les han pedido. Por su parte, Baltasar reconoció estar "muy cansados del viaje desde Oriente", por lo que pidió a los protagonistas de la fiesta que "no se olviden de dejar comida para poder reponer fuerzas".

Finalmente, el tiempo dio una tregua a la capital y la Cabalgata, que retransmiten tanto TVE como Telemadrid, pudo celebrarse sin lluvia, aunque el frío hizo presencia en el centro de la ciudad. Sin embargo, las caras emocionadas de los niños muestran que para ellos la ilusión es más que suficiente para sobrellevar las bajas temperaturas.

Cabalgata

Abriendo la comitiva estuvo el Escuadrón ecuestre de la Policía Municipal, que dio paso a la Dama de la Paz, de la compañía Paraddax Show, una alegoría poética suspendida en el cielo por 300 globos a modo de bandada de palomas de la paz, y que guía a todas las carrozas inundando al público de un espíritu de concordia.

A continuación, el público pudo disfrutar de quince jirafas rojas, elaboradas por la Compañía OFF, sostenidas sobre el suelo por nubes de humo blanco, a las que siguieron las carrozas de El corte Inglés, Correos, Cantajuegos, Banco Santander, Camiones Antiguos de Bomberos, la Carroza Disney, de Sanitas, del Parque de Atracciones, la Banda de Música de la Policía Municipal, la carroza del Zoo de Madrid, la de RTVE, la de la Fundación Síndrome de Down de Madrid, y la de Telefónica.

Después se situó el espíritu cosmopolita y viajero de Phileas Fogg, el protagonista de la inmortal obra de Julio Verne 'La Vuelta al Mundo en 80 días'. Este personaje llevó al público a Londres, Bombay, Yokohama, San Francisco o Nueva York en su alocada travesía.

En este sentido, 'La vuelta al Mundo en 80 días' estaba compuesta por varias paradas. El viaje parte de Londres, que cuenta con la Torre del Big Ben, Phileas Fogg y una berlina con dos caballos.

Carroza de la Gran Vía

Después se situó Madrid, que contó con la carroza conmemorativa de la Gran Vía, en la que personajes decimonónicos recordaban a los primeros pobladores de la emblemática calle.

En la estructura estaban representados algunos de los edificios más emblemáticos de la Gran Vía como el de la 'Unión El Fénix', representado con su cúpula original; el edificio de la Joyería Grassy, que forma la vista principal desde el arranque de la calle Alcalá; o el del Cine Callao y el edificio Carrión. Asimismo, la carroza albergó una representación de la estación de Metro de Gran Vía.

A continuación aparició un elefante mecánico de diez metros que tenía seis artistas y en el que están Fogg, la Princesa Aouda, dos sacerdotes o la Diosa Kali, entre otros. Consistió de una gran marioneta gigante de la compañía Planete Vapeur, que movía la trompa, la cabeza y las patas. Todos ellos estuvieron acompañados por la Shree Muktajeen Drum Band, miembros de una importante comunidad hindú en Inglaterra.

Hong-Kong fue la siguiente parada, con una danza a cargo de un dragón de 20 metros con 20 porteadores, actores, saltimbanquis, tragafuegos, zancudos, malabaristas, palanquistas y ramaleros, organizados en la Asociación She-Si de Oporto. A continuación llegó el turno de Yokohama, representado a través de una Pagoda japonesa con cuatro geishas, dos samurais y dos guerreros a caballo.

El viaje continuó por California y Mississippi. Así, llegó la Orquestra del Show Boat, una jazz-New Orleans Dixieland formada en los años 70 y compuesta por seis músicos con los instrumentos típicos de Lousiana (trompeta, clarinete, trombón, banjo, saxofón y batería), que revive la música de jazz tocada por negros en los barcos de vapor que surcaban el Mississippi.

La sexta parada fue en Nueva York, donde aparece un tren de vapor con músicos, malabaristas, un jefe sioux a caballo e indios, todos pertenecientes a la compañía Transcontinentale. El viaje terminó de regreso a Londres, con un globo aerostático con dos porteadores que transporta a Fogg y la princesa.

Comitiva real

Tras estas carrozas llegó el turno de los Tres Reyes Magos de Oriente, el mejor ejemplo de ese espíritu de acercamiento entre culturas. Los magos estuvieron asistidos por miembros de Voluntarios por Madrid, que ayudan a sus Majestades a atender debidamente al público.

Asimismo, todo el grupo estuvo acompañado por los hinchables de la compañía Plasticienes Volants, que representaban las novias de la lluvia, el gran lagarto del desierto o las tres 'Octavias', de caras múltiples y que llamaron a la lluvia y la fecundidad, representando una tradición berberisca del norte de África en la que las mujeres del pueblo fabrican grandes marionetas y, con músicos, recorren los campos y llaman a la lluvia para fecundar su tierra.

Las carrozas de los Reyes Magos constituían una alegoría de la paz, materializada a través de una gran paloma. Así, dos bandadas de palomas acompañaron a la primera y tercera carroza, en las que iban el Rey Melchor y el Rey Baltasar, respectivamente. Estas dos estructuras escoltaban a la gran paloma blanca de la paz, ubicada en la carroza del Rey Gaspar.

Cada carroza, de 2.000 kilos de peso, tenía aproximadamente unas 800.000 bombillas led. Además, todas estaban compuestas por cordones de luz, y la de Gaspar, además, también tenía un efecto tintineo. Acompañando a los Reyes fueron 120 pajes, vestidos con trajes de diferentes culturas del mundo.

Mientras la comitiva avanzaba, el público de Cibeles disfrutaba de 'Creature', una producción de Arcipelago Circo Teatro que evocaba, en un recorrido simbólico, el 'Canto del hermano sol', con un presentador medio mendigo, medio payaso que guiaba al público a través de un espectáculo de fuego, agua y cielo, mezclado con acrobacias invisibles.

A su llegada a la plaza de Cibeles, los monarcas dieron su tradicional discurso y presencieron la gran fiesta pirotécnica, antes de empezar a recorrer las casas de todo el país para dejar sus regalos a grandes y mayores.

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