Soy catalán y no me gustan los toros, pero de ahí a estar de acuerdo con su prohibición media un abismo. En Cataluña estamos viviendo un régimen dictatorial impuesto por el tripartito con la complicidad de Zapatero y del Tribunal Constitucional que nos esta llevando al más lúgubre stalinismo. y lo peor de todo detodo es que no se vislumbra alternativa ni solución posible.
Está claro que el único motivo que mueve a los "antitaurinos catalanes" no es el daño a los toros sino el daño a Cataluña con una fiesta nacional "ESPAÑOLA" en sus entrañas. Pues eso se llama simplemento antiespañolismo.
Los que votan en contra de los toros, serán, en última instancia, los reponsables del exterminio y desaparición del toro bravo, Asesinos !
Yo, aragonés que aguanta en barcelona desde hace años, me pregunto ¿esta ciudad de tanta sensibilidad hacia los animalitos es la misma donde el "doctor" morín tenía una clínica abortiva que, entre otros equipamientos, disponía de una trituradora industrial para deshacerse de los restos humanos?
P.D. Por cierto, la clínica recibía subvenciones oficiales. ¡Hasta dónde puede llegar la cobardía, cinismo y miseria moral de un pueblo!
Propongo una gran manifestación en Barcelona en favor de los toros y de España (no hace falta ser muy listo para ver que la abolición de los toros es un simple pretexto contra todo lo español)... Sin complejos. Y cuantas más banderas nacionales haya, mejor que mejor. Desde luego, mi familia y yo asistiríamos encantados desde Bilbao.
Yo opino que montar a caballo es una forma de tortura,el que quiera un caballo que lo tenga como animal de compañia no para montarlo.
Todo el mundo tiene derecho a defender sus gilipolleces.
De igual forma que en los 65/75 muchos catalanes eran visitantes asiduos de Perpignan con motivo del cine porno y de los casinos, ya se encargarán los sureños del este de Francia de montar espectáculos taurinos para españoles y, junto a las plazas, hiper's bien surtidos y con precios para catalanes. Dela estupidez de Carod sacarán tajada, y buena, los gabachos para quienes, por cierto, la patrie es la patrie; la francesa, por supuesto.