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Un preso mató a su compañero de celda al creer que era satanás

Un jurado ha declarado culpable a un preso, que dice ser hijo de Bruce Lee, por matar a su compañero de celda con un televisor al creer que éste “era Satanás”. El tribunal ha apreciado la eximiente completa de enajenación mental po lo que ha sido “inimputable”.

Un jurado popular ha declarado culpable a un hombre con esquizofrenia paranoide crónica acusado de matar a golpes con un televisor a un compañero de celda de la prisión de Picassent (Valencia), de 77 años y demente, al que atacó en marzo de 2008 porque creyó que "era Satanás".

El tribunal ha apreciado en su veredicto la eximente completa de enajenación mental del preso, por lo que es, a su juicio, inimputable, y, aunque sí que considera que el procesado cometió el delito, estima que no es responsable del mismo, por lo que pide que cumpla 15 años de internamiento psiquiátrico.

En el juicio celebrado este lunes en la Audiencia de Valencia, Alfonso T.D., de 49 años y que dice creerse hijo de "Bruce Lee", insistió en que aquella tarde golpeó en la cabeza "dos o tres veces" a Jacinto G.B., al que sorprendió echado en la cama, porque oyó "voces" que se lo pedían.

También señaló que había tomado la medicación, que no había planeado el crimen y que no tenía "nada en contra" de su compañero, un preso aquejado de demencia y con movilidad reducida que precisaba la atención de otro reo que le atendía y que compartía celda con ellos.

El fiscal considera al procesado, al que describe como un enfermo con trastorno psicótico que a pesar del tratamiento, sufre alucinaciones y tiene la voluntad anulada, autor de un delito de homicidio con la eximente de anomalía psíquica, por lo que pidió su absolución. No obstante, solicitó su internamiento en un centro psiquiátrico de régimen cerrado adecuado a su dolencia por un tiempo no inferior a 15 años, tal y como pide ahora el jurado popular.

Considera asimismo a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias responsable civil subsidiaria de los hechos dado que, a su juicio, no adoptó en el centro de Picassent todas las medidas de seguridad necesarias para evitarlos.

La acusación particular pidió para Alfonso T.D. 17 años y medio de prisión por un delito de asesinato mientras que la defensa del procesado solicitó su absolución y no más de cinco años de internamiento psiquiátrico.

Según recoge el relato fiscal, sobre las 20.00 horas del 9 de marzo de 2008, Alfonso T.D. se encontraba en la celda 207 del módulo B2 de enfermería de la planta de preventivos, que compartía con los también internos Jacinto G.B., de 77 años, que sufría demencia, y otro preso más que solía atender a este último.

En un momento dado, el acusado tomó un televisor que había en la habitación y, sin previo aviso, golpeó en la cabeza violentamente a Jacinto, que se encontraba echado en la cama.Cuando los funcionarios acudieron al módulo alertados por los gritos encontraron al agresor con la televisión en las manos gritando: "Es el demonio. He matado al demonio".

El agresor llevaba dos meses en este módulo, destinado a ancianos, seniles o con deficiencias psiquiátricas y otras patologías, después de ser trasladado ya en varias ocasiones de celda por los problemas que ocasionaba por su enfermedad psiquiátrica.

Como consecuencia de la agresión, el septuagenario agredido, que no podía valerse por sí mismo, falleció días después en el Hospital General de Valencia, debido a un traumatismo craneoencefálico.

El acusado fue anteriormente procesado por la muerte de su madre y el intento de homicidio de su padre durante un brote psicótico, y atacó con una catana, en este caso sin resultado de muerte, a un compañero del hogar social que regentaba.

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