El alcalde gaditano, Joaquín Ramón Gómez, ha explicado, según informa La Voz de Cádiz, que deja el cargo por estar "desmotivado" con la política y por problemas de salud. Está muy reciente, sin embargo, la polémica por el ritual de brujería celebrado en la noche de San Juan en la plaza de toros del pueblo.
Al parecer, el edil encargó a una "bruja buena" que purificara la zona y la liberara de malos espíritus. Allí habían sido fusiladas 150 personas en la Guerra Civil. Cuenta El Mundo que, en efecto, tuvo lugar con una gran fogata y la lógica expectación. Pero enseguida empezaron a lloverle las críticas desde las asociaciones de Memoria Histórica.
Incluso, cuentan, miembros de su propio partido se sumaron a las críticas. María José Lara, alcaldesa de Grazalema, ha aceptado su dimisión. Le sustituirá José Antonio Calvillo, también del PSOE.