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El Servicio Andaluz de Salud retira un crucifijo al molestar a un paciente "republicano"

Se trata de un hombre de 75 años que llevaba en su solapa una bandera republicana y manifestó a la dirección del centro que el símbolo cristiano colgado en la pared le molestaba. Varios médicos del ambulatorio están indignados con la decisión.

Uno de los médicos del centro ya ha manifestado su malestar: "En este país, se puede ir con un burka por la calle y no pasa nada, pero no se le ocurra poner un crucifijo en su consulta", sentencia.

Fuentes de la Delegación provincial de Salud reconocieron a ABC que el crucifijo se retiró por la petición de un paciente pero que se trata de un hecho "puntual y sin intencionalidad". Ha ocurrido en la sala de curas que el SAS tiene en el centro de salud de Palma del Río, Córdoba. En esa sala colgaba un crucifijo en la pared desde que se abrió el ambulatorio hace más de 20 años.

En la Consejería de Salud se consideran respetuosos, ya que en algunos hospitales hay capillas que permanecen abiertas para el rezo. Sin embargo, en la plantilla de Enfermería del centro de salud palmeño no ha sentado bien este incidente, ya que según varios profesionales "el crucifijo no molestaba".

Médicos y enfermeros están indignados por esta medida adoptada por la Junta. Es el caso del doctor Juan Toscano, quien explicó que en su consulta de este mismo centro tiene colgados un crucifijo, una imagen de la Virgen María Auxiliadora y una figura con agua de la Virgen de Lourdes. "A ellos me encomiendo todos los días y así llevo toda la vida, sin que a ningún paciente, hasta el momento, le haya molestado", afirmó.

El  párroco de la iglesia de la Asunción, David Aguilera, hizo alusión a la persecución que viven los cristianos en esta época, recordando a tiempos de Jesucristo, en su homilía del pasado fin de semana. El párroco aseguró que fueron sus feligreses quienes le contaron este incidente y a su entender le parece absurdo porque "la cruz en sí misma no puede molestar a nadie, es símbolo del amor". Otra cosa es el uso que se le haya dado a lo largo de la historia, subrayó el sacerdote.

Aguilera recordó que a nadie se le ocurre retirar los crucifijos de la Semana Santa que son una manifestación de la fe cristiana en la calle, ya que de ello se benefician sectores como el turístico. La retirada de la cruz responde, a juicio del párroco, a una "animadversión sin sentido" En este sentido, consideró que en estos momentos estamos condicionados por una ley desde el punto de vista religioso, que afecta a colegios, a una calle o a la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar.

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