La Comunidad Judía Española premia al socialista Juan Fernando López Aguilar

En el acto estuvieron presentes, además del premiado, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el embajador de Israel en España, Rafael Schultz; representantes de diversas misiones diplomáticas; y algunos parlamentarios como el socialista Rafael Caldera o los populares Ignacio Cosidó o Javier Elorriaga.

Aunque hubo varios oradores como el presidente Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Jacobo Israel Garzón, el ministro de Justicia;el defensor del pueblo, Enrique Múgica; o el embajador Schultz; el gran protagonista fue el canario López Aguilar, que recibió el premio que anualmente otorga la FCJE y con el que se mantiene una "tradición" que se ha cumplido en la mayor parte de las seis ediciones hasta la fecha: que el premiado sea de izquierdas o incluso miembro del PSOE.

Así, hasta el momento tres de los seis galardonados tenían carnet Socialista: Felipe González, Enrique Múgica y el propio López Aguilar. Además, el pasado 2009 se galardonó a Pilar Rahola (cuyo posicionamiento político tampoco es de centro) y también recibieron el galardón en su día Jordi Pujol y la Asamblea de Madrid.

En esta ocasión, el premio se ha concedido por promover la libertad religiosa mediante la creación de la Fundación Pluralismo y Convivencia en el año 2005, cuando era Ministro de Justicia, y por "sus muestras de apoyo y amistad a la comunidad judía".

Discurso plúmbeo

En un discurso sorprendentemente largo el europarlamentario agradeció el premio y señaló que para él lo que se premiaba era "una labor de equipo" y glosó la figura del senador Ángel Pulido, que se distinguió a principios del siglo XX por defender la recuperación de los lazos entre España y la comunidad sefardí.

Además, no pudo abstraerse de los hechos de actualidad y comentó los sucesos en las cercanías de Gaza: "Está claro que nos duelen esas muertes, nos duele que no hayan sido evitadas", indicó, antes de aclarar que "hago mía la posición del Gobierno" en este tema. Sin embargo, también dijo lamentar "que estos hechos puedan ser usados para debilitar el crédito del gobierno democrático de Israel en su causa justa y eterna".

Lo más sorprendente, no obstante, fue la defensa de la política exterior del Gobierno, pese a sus relaciones excelentes con países cuya postura hacía Israel no es precisamente amable como Turquía o el propio Irán y que, según López Aguilar, permite "permite que España sea un interlocutor válido con muchos países del mundo árabe sin dejar por ello de mantener unas excelentes relaciones de amistad con Israel".