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Las quejas de padres por la imposición del gallego se mantienen con Feijóo

Con la llegada al poder de Nuñez Feijóo en Galicia, miles de padres tenían la esperanza de que el popular cumpliese una de sus promesas estrella: recuperar la libertad lingüística. Sin embargo, Galicia Bilingüe mantiene el ritmo de quejas que recibe ante la vulneración de este derecho.

El ritmo de envío de quejas de progenitores a Galicia Bilingüe por la falta de libertad de elección de lengua en las escuelas gallegas, se está manteniendo en 2009 en niveles similares a los del año anterior, a pesar de la llegada al Gobierno del popular Nuñez Feijóo.

La asociación también añadió que, no obstante, que su nivel de implantación en la sociedad gallega, que hoy posiblemente sea mayor que hace un año, justificaría hasta un relativo incremento en el número de correos y llamadas que recibe.

Sin embargo, Galicia Bilingüe también cree que influye el retraso en la derogación del decreto del gallego 124/2007 y las trabas que siguen encontrándose los alumnos para usar libremente el castellano, cuestiones que buena parte de la comunidad educativa esperaba que se hubieran empezado a resolver hace semanas, multiplican la frustración de padres y madres, y consecuentemente implican nuevas protestas.

Si a lo largo de 2008 se contabilizaron 1070 quejas específicas, además de innumerables consultas y contactos de otro tipo, en lo que va de 2009 ya se han registrado 982, si bien se produjo en el mes de junio pasado un inusual incremento de denuncias por irregularidades en el desarrollo de la encuesta que convocó entre padres y madres la Consejería de Educación.

Desde la llegada de Núñez Feijoo a la presidencia de la Xunta, el volumen más notable de quejas, alrededor de un 60% del total, se refiere a la imposibilidad de utilizar libros de texto en español o hacer uso de este idioma al dirigirse a los docentes o al realizar los exámenes.

Atendiendo a la recomendación que Galicia Bilingüe realizó a finales del pasado mes de julio, un gran número de progenitores optaron por adquirir los libros en castellano, pero muchos se toparon después con el rechazo de profesores.

En este sentido, según la plataforma, son habituales los correos electrónicos en los que padres o madres denuncias las críticas recibidas por parte de algunos docentes, que incluso llegan a acusarlos de perjudicar a sus hijos. A la asociación han llegado además los casos de dos niños castigados, en un caso sin recreo y en el otro "a la silla de pensar", por acudir a clase con libros en español.

Galicia Bilingüe sigue manteniendo que sobre la legalidad o ilegalidad del uso en las aulas de material didáctico en cualquiera de los dos idiomas oficiales que existen en Galicia persisten ciertas lagunas que habilitan a los alumnos para poder elegir; y en el caso de que los centros pongan alguna pega, la asociación aconseja a los padres que soliciten una resolución específica por escrito que invoque normas concretas.

En cualquier caso, no cabe sanción alguna ni a padres ni a alumnos, puesto que el centro tendría que encuadrar la conducta del escolar en algún tipo sancionable, algo imposible, pues llevar un libro en una determinada lengua, y más si se trata de un idioma oficial, no implica obviamente interferencia alguna en el desarrollo de la clase.

El contenido del borrador del futuro decreto del gallego, el que sustituirá al controvertido 124/2007, centra aproximadamente un 10% del resto de las consultas de progenitores a la asociación. En muchos de estos correos, sus autores evidencian su impaciencia e incomprensión ante el retraso que acumula el compromiso electoral de Núñez Feijoo de derogar la norma actual.

Y más o menos un 7% expresan sus dudas sobre la intención real del presidente de atender su promesa de implantar la libertad de elección de lengua en la enseñanza. Este malestar explicaría que sólo en los pocos días que van del mes de noviembre ya hayan llegado a la asociación tantas protestas como en octubre.

Otras quejas repetidas se refieren a la promoción en centros escolares de la lectura obligatoria de obras con proclamas nacionalistas y manipulación de la historia. Asimismo, las familias han mostrado su malestar por la celebración de actividades en los colegios que poco tienen que ver con la enseñanza, como por ejemplo, charlas para promover manifestaciones impulsadas desde la órbita política nacionalista. Finalmente, un 20% de los mensajes reflejan la falta de folletos o impresos en español en dependencias de la Administración.

Por ello, Galicia Bilingüe ha trasladado algunas de estas quejas a la Consejería de Educación con la esperanza de que se resolvieran al menos algunos de los casos que evidencian graves problemas pedagógicos. Sin embargo, hasta ahora nunca ha recibido respuesta en un sentido u otro a sus denuncias.

Un caso significativo es la obra de teatro Comedia Bífida, de Manuel Núñez Singala, incluida en el programa Bocaberta de la Consejería de Educación y que presenta un contenido de corte abiertamente nacionalista y con evidente menosprecio hacia el castellano y sus hablantes.

Dos miembros del equipo directivo de un centro se pusieron en contacto con Galicia Bilingüe para pedir asesoramiento de cara a evitar la llegada de la obra a su instituto, e incluso el apoyo de la Xunta a esta representación itinerante fue públicamente denunciado por la asociación a principios del pasado octubre. La Consejería no se inmutó y mantiene el anuncio de Comedia Bífida en su página web.

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