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Prisión para el autor de la muerte a tiros del hombre que atropelló a su hija en Sevilla

Una juez de Sevilla decretó este lunes prisión incondicional para Ricardo S.A., que se confesó único autor de la muerte a tiros del hombre que había atropellado levemente a su hija, en una declaración en la que exculpó a su esposa, imputada por abrir la puerta del coche de la víctima y facilitar el tiroteo.

Una juez de Sevilla decretó este lunes prisión incondicional para Ricardo S.A., que se confesó único autor de la muerte a tiros del hombre que había atropellado levemente a su hija, en una declaración en la que exculpó a su esposa, imputada por abrir la puerta del coche de la víctima y facilitar el tiroteo.
L D (EFE) Ricardo S.A. declaró durante una hora ante la juez de instrucción 18, ante la que alegó que cuando disparó al conductor que había atropellado a su hija de 7 años estaba "completamente borracho" y además lo confundió con un miembro de una familia gitana rival con la que unos días antes habían tenido una reyerta en el asentamiento chabolista de El Vacie. Ricardo manifestó además que la pistola con la que mató a Gaspar García el pasado 8 de enero la había encontrado unos días antes en un contenedor de basura y que no recuerda dónde la tiró, ya que estaba borracho.

También confirmó que estaba alojado en el Albergue Juvenil de Sevilla, concretamente en la habitación 15, en contra de las informaciones que aseguraron que sólo estaba de visita en el lugar, donde el Ayuntamiento de Sevilla había alojado a 25 miembros de su familia. Rafael Villegas, abogado de la familia de la víctima presente en la declaración, manifestó a los periodistas que Ricardo "estaba perfectamente aleccionado sobre los atenuantes" que debía esgrimir, pues junto a la botella y media de whisky que dijo haber bebido momentos antes de disparar, aseguró que le "entró la locura" al creer que su hija había quedado muerta.

El imputado exculpó totalmente a su esposa María Luisa C.J., que cumple prisión preventiva desde el pasado día 12 como cómplice, y dijo que fue él mismo quien primero vació un cargador de la pistola sobre Gaspar García, luego abrió la puerta de su automóvil y le vació un segundo cargador. Sin embargo, un testigo protegido ha declarado a la Policía que la esposa abrió la puerta del coche para facilitar la segunda ráfaga de disparos y que ni Ricardo ni su esposa se preocuparon de atender a la niña hasta que la víctima quedó abatida con siete disparos mortales, cinco de ellos en la cabeza.

Ricardo S.A., por otra parte, confirmó que estaba alojado en el Albergue Juvenil de la calle Isaac Peral, donde tomaba "el desayuno, almuerzo y cena", y añadió que ese mismo día acababa de comer allí con su familia. No obstante, precisó que trabajaba como vigilante en una obra y a veces pasaba allí las noches tumbado en un colchón, según abogados presentes en su declaración.

El imputado también dijo que no llegó a ver la cara de su víctima, un celador de 64 años del hospital Virgen del Rocío que se dirigía a su trabajo, y que le confundió con un miembro de la familia rival. La juez instructora ordenó al forense hacer la prueba del cabello al imputado para comprobar su alegación de que ese mismo día había bebido, aunque los letrados precisaron que esa prueba sólo detecta el consumo de drogas pero no de alcohol.

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