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Tildan de ‘kale borroka’ a los discrepantes del PP y PA en el Consejo Audiovisual

Miguel Ángel Vázquez tildó de "kale borroka" el comportamiento discrepante de los consejeros de PP y el PA en el Consejo Audiovisual Andaluz. No es la primera vez que el PSOE utiliza las hirientes comparaciones con el mundo etarra de un partido que cuenta con no pocas víctimas de la banda asesina.

El último acto de esta algarabía del insulto que parecen protagonizara los segundos y terceros de Griñán -que habla en Madrid de 'la Andalucía del tópico' -, lo protagonizó ayer Miguel Ángel Vázquez, antiguo periodista de El Correo de Andalucía y ahora convertido, con su jefe parlamentario, Mario Jiménez, en unos "pecos" del exabrupto.

Vázquez, sabedor de que el PP cuenta con no pocas víctimas del terrorismo etarra, en Andalucía y en el País Vasco, tildó de "kale borroka" el comportamiento discrepante de los consejeros del Consejo Audiovisual Andaluz pertenecientes al PP y al PA. Naturalmente, la bronca se lío de inmediato y PP y PA han exigido reparación. Como le dijo Zapatero a Gabilondo, hace falta tensión porque conviene a los intereses electorales del PSOE y para intentar que los adversarios se pongan al nivel del insulto. (La viñeta es Idígoras y Pachi)

Pero este hecho, el último, nos debe hacer reflexionar sobre el deslizamiento progresivo del PSOE andaluz, sitiado por sus propios hechos, hacia la irracionalidad, la horterada y la descalificación de los adversarios, incluso de los propios que tratan de restablecer el mandato del sentido común. Desde la llegada del nuevo equipo de Griñán (el trío Velasco, Jiménez, Vázquez), este corrimiento del PSOE hacia la descalificación ha sido evidente.

Curiosamente, llamar "kale borroka" a los adversarios debe ser una consigna del gurú de la comunicación del PSOE andaluz, porque otro socialista y ugetista, Dionisio Valverde, llamaba de la misma manera a los empleados públicos que se han rebelado contra el decretazo de Griñán. Este es el mismo que amenazaba con sacar a la calle a tres mil sindicalistas para poner orden entre los funcionarios y laborales andaluces. 

Recordemos algunos de estos episodios que se extienden poco a poco sobre el cuerpo electoral socialista. No se nos olvide que las hirientes comparaciones con la ETA y sus conductas es especialmente dolorosa para el PP. Ello no le importó al propio Felipe González que llamó a Teófila Martínez "batasunera". Fue el 23 de mayo de 2003. No se olvide.

Luego procedió Zarrías, que llamó a las Nuevas Generaciones del PP, "jarraiz de la derecha". Y lo hizo en sede parlamentaria, pero de eso hace tiempo.

A finales de noviembre, una militante socialista, nada menos que la directora general de Infancia y Familia de la Junta de Andalucía, insultó gravemente al funcionario Manuel Ramón Reina Gómez espetándole "sinvergüenza" por discrepar de ella en cuanto al decretazo. Durante estos días transcurridos desde la denuncia del pasado día 30 de noviembre, la directora aludida, Victoria Vega Valdivia, no ha negado los hechos ni ha dicho una palabra. Pero tampoco ha pedido disculpas ni ha explicado su comportamiento. El funcionario insultado en escrito oficial ha exigido la reparación de su honor herido.

Hace mucho menos, acusó al PP de participar en el complot de los controladores. El discípulo de Zarrías en Andalucía, Mario Jiménez, hombre fuerte de Griñán, el "pecos" parlamentario que actúa con Vázquez, fue más allá y calificó al PP de dar un "golpe de estado económico" junto con los controladores.

Poco antes, el mismo Jiménez había acusado al PP de estar detrás del movimiento autónomo de funcionarios y laborales de la Junta que se opone al decretazo del enchufismo. Y no contento con ello, precisó que el PP financia económicamente el movimiento de empleados públicos, lo que le valió la respuesta inmediata del PP andaluz que, vía su portavoz parlamentaria, Esperanza Oña, ha anunciado una querella criminal por calumnias e injurias.

Hace unos meses, el mismo Jiménez declaró que Javier Arenas era el delantero centro de la "quinta de la Gürtel" lo que valió otro querella por injurias.

Ayer mismo se nos recordaba que Luis Pizarro, sin profesión conocida ni estudios pero consejero de Gobernación y mandamás del PSOE andaluz durante una década, relacionó a Javier Arenas con los "matones de las discotecas", le llamó desequilibrado y "querellator".

Hace unos días, el padre de Mariluz Cortés, y asesor judicial del Partido Popular, era insultado gravemente por un concejal socialista que le dijo que "nada como una hija muerta para entrar por la puerta grande en el PP". Tremendo. El concejal se llama Antonio García Leiva y es de Maracena (Granada).

Hace un mes, en noviembre, la concejala socialista del Ayuntamiento de Córdoba, Victoria Fernández, dijo que "las mujeres del PP han decidido aparcar el cerebro en la puerta de la disciplina de partido", cosa que soliviantó al PP cordobés.

En septiembre de este año, el Juzgado de Instrucción número 7 de Sevilla imputó a dos personas, residentes fuera de la comunidad autónoma andaluza, por introducir alteraciones y modificaciones en la biografía del presidente del PP-A, Javier Arenas, en Wikipedia. Pero las modificaciones se hicieron desde ordenadores de la Junta de Andalucía. 

Por poner fin a una lamentable lista, que sería inacabable si la extendemos hasta 1982, en abril de este año, Soledad Becerril exigía el cese del alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, de la Fundación Jiménez Becerril por contratar a un grupo que insultaba a las víctimas del terrorismo.

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