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Un cura se niega a dar la comunión a una niña por tener síndrome de Down

El párroco de Teià (Barcelona) negó la primera comunión a una niña por padecer síndrome de Down severo, según ha denunciado su madre. El cura dice que la niña ya es un "ángel de Dios" y que no necesita hacer la catequesis, y niega que se trate de discriminación.

Son dijo el día 15 de Junio de 2009 a las 00:32:

La culpa la tiene la ICR por dar tanta "ostia".

Lo que deben hacer es seguir el Evangelio y dejarse de tanta gaita inútil. Allí (en el evangelio) no dice nada de dar "ostias".

Pequeña dijo el día 14 de Junio de 2009 a las 17:53:

En otro medio acabo de leer que la niña - que tiene 9 años-ha hecho finalmente la 1ª comunión en Badalona con total normalidad, sin armar escándalos, y muy contenta. Mi enhorabuena, chiquitita, y que sigas recibiéndo al Señor todos los días de tu vida.

alex46 dijo el día 14 de Junio de 2009 a las 12:31:

Google y Deprimid,estoy totalmente de acuerdo con vuestra opinión.En mi familia tambien estuvo entre nosotros un chico deficiente
al que nunca se ocultó, se le intentó dar la mejor de las educaciones, se le llevó a todas partes en las ´que la familia consideró que podría encontarse a gusto sin ser objeto de comentarios ni provocar situaciones molestas para las demás personas. El nunca se dió cuenta de la maldad, siempre fué en sus limitaciones bondadoso.Como bien dice el sacerdote que nos ocupa, al recibir el bautismo, se libró del pecado original, y nunca fué necesario según nuestra fé, hacer la comunión ni tener obligación de cumplir los Preceptos.Siempre asistió a las celebraciones religiosas ysociales de sus otros tres hermanos,(el fué el primero de cuatro) y se fué tan inocente, como vino al mundo. Con amor y comprensión de la familia, y tener sentido común, basta para no entrar en situaciones como ésta. No sé que pretende demostrar esta madre,pero seguro que su hija es más feliz acompañando a su familia en la celebración posterior, que siendo obligada a hacer algo que por desgracia no comprende y que seguramente le produciría un estado nervioso nada deseable para ella misma.Seguro que Dios la tiene "fichada"para mejor posición en el cielo.

robert1 dijo el día 14 de Junio de 2009 a las 12:30:

He visto tantas parejas que tienen a gala no haberse casado por la Iglesia pero luego bautizan a sus hijos porque así hacen una fiesta, claro, ya que no vuelve la criatura a pisar un templo hasta que llega la hora de la primera comunión, porque es otra fiesta, claro, e incluso gente que arma la marimorena a un cura porque sin bautizar quieren que su hijo comulgue, que me es bastante difícil juzgar esta noticia.

Google dijo el día 14 de Junio de 2009 a las 10:44:

Muchos de esos que se rasgan las vestiduras con lo hecho por el cura no dejarían que esa niña hubiese venido al mundo... ¿me equivoco?

prusadir dijo el día 13 de Junio de 2009 a las 23:52:

No olvidar lo inolvidable. Al citado cura, destinado al lugar mas alejado de su entorno. Con persona asi la iglesia no necesita opositores.

florblan dijo el día 13 de Junio de 2009 a las 23:12:

Seguramente el Párroco pensó que la niña no podía saber que iba a recibir a Dios ( cosa necesaria para hacer la Comunión ) . De todos modos, la noticia dice que ofreció darle la Comunión días después ( por si acaso si Lo podía notar ) y la madre se negó, lo que parece indicar que más que buscar la felicidad de la hija de recibir al Señor , buscaba lo superfluo, de traje, muchos niños, fiesta.. Bueno lo importante es que al fin comulgará.

deprimid dijo el día 13 de Junio de 2009 a las 20:51:

Creo que el titular de la noticia no es justo. Si es una niña que padece un síndrome de down profundo y tiene reacciones como alterarse en exceso y gritar de forma imprevista me parece muy bién la idea del párroco de que haga la comunión con su hermano gemelo pero no con el resto de los niños de la catequesis.

Esos otros niños deben estar centrados en la importancia de recibir por primera vez el sacramento de la comunión y no me parece justo que ese momento y ese día se les distraiga por el capricho de una madre de que su hija también participe.

Como bien dice el sacerdote, esa niña es un "ángel de Dios" que está en "un orden moral superior a nosotros" que no puede pecar y que igual que no puede entender otras muchas cosas tampoco puede comprender la catequesis.

Aún así, el sacerdote se ha preocupado, ha convocado a la madre tres veces y ésta, despechada, ha quitado también al gemelo de la catequesis y se lo ha llevado a otra parroquia. Él le ofrecía que la niña hiciera la comunión con su hermano sin necesidad de catequesis.

¿por qué estos casos tienen que ser noticia? estamos en lo de siempre, en lo "políticamente correcto"...

me parece triste la actuación de la madre y no la del sacerdote que al contrario, ha sido valiente, generosa y caritativa.

Si fuera mi hija no la sometería a cambios absurdos y me hubiera encantado y emocionado muchísimo que me dijeran que mi niña es un ángel de Dios que no necesita cosas que los que no lo somos sí y además, hubiera aceptado muy agradecida que mis dos gemelos recibieran la Eucaristía juntos y en una ceremonia para ellos dos.

LeonAnto dijo el día 13 de Junio de 2009 a las 19:46:

Todo ser humano tiene derecho a recibir el cuerpo de Cristo. A ese presbítero, en el Seminario no le enseñaron CARIDAD, y desde luego, no leyó el Evangelio, cuando Jesucristo dijo, respecto a los niños, "Dejad que se acerquen a mí".

Pequeña dijo el día 13 de Junio de 2009 a las 19:07:

Aunque la comunión debe poder ser recibida por aquellos niños que hayan llegado al uso de razón y que puedan distinguir la eucaristía del pan ordinario (cf. "La fe explicada" de Leo J. Trese), estos niños pueden aprender -mucho más despacio y con mucha paciencia claro está- a distinguir el bien y el mal. Quizás el sacramento deban recibirlo a una edad más tardía, pero en cualquier caso no se les debería negar nunca. Aunque sean profundos, siempre podrán ser capaces de algún discernimiento, porque no creo que haga falta enseñarles alta teología para poder recibir la Eucaristía. Creo que ha sido un error garrafal.