La extraña historia ha acontecido en Sudáfrica. Según cuenta Diariomotor.com, un millonario sudafricano, que el pasado mes de diciembre se había comprado un fabuloso Audi R8 V.10, tuvo un sueño una noche en el que regalaba su coche recién comprado en la montaña cercana a su casa para hacer el bien.
Ni corto ni perezoso, a la mañana siguiente, cogió su vehículo y se dirigió hasta una estación cercana a su casa de Cape Town y regaló su Audi a dos de los aparcacoches que allí trabajaban. La única condición que les puso es que lo utilizaran para hacer el bien; tampoco podían venderlo ni sacarle rédito económico personal.
Los dos aparcacoches, dos inmigrantes procedentes de la República Democrática del Congo, se lo tomaron en broma en un primer momento, pero tras recibir la documentación del coche y firmar un recibí tuvieron que empezar a pensar cómo cumplir con el mandato de hacer el bien.
Al final, optaron por rajar la carrocería de la parte delantera del vehículo y crear una pequeña hucha en la que han puesto un cartel que pone “Por un futuro mejor para todos”. El dinero que se recauda lo están entregando a asociaciones sin ánimo de lucro. Igualmente, al acabar su jornada laboral como aparcacoches utilizan el Audi R8 para repartir comida por las zonas más deprimidas de la ciudad.