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Un testigo devuelve la esperanza a la familia de Antonio Meño, en coma desde hace 20 años

La familia de Antonio Meño, en coma desde hace 20 años tras someterse a una operación de cirugía de nariz, ha convocado una concentración para el domingo para pedir "justicia" por su caso: las sentencias les han sido desfavorables y tienen que abonar las costas, 400.000 euros.

La noticia del día. Antonio Meño Ortega

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La trágica historia comenzó el 3 de julio de 1989. Antonio Meño, un joven estudiante de Derecho decidió someterse a una operación estética para mejorar el aspecto estético de su nariz. La intervención no revestía, en principio, la más mínima gravedad, pero tras unos acontecimientos dentro del quirófano que veinte años después todavía no han quedado claros, el joven salió del quirófano en una situación de coma irreversible, en estado vegetal.

Desde ese momento, la familia Meño mantuvo una dura batalla judicial en la que ha intentado descubrir la verdad sobre lo que ocurrió aquel fatídico día en el quirófano. Pero año tras año, los padres del joven fueron perdiendo las sucesivas batallas judiciales y se fueron endeudando, hasta el punto de que ahora la Justicia les reclama 400.000 euros de costas judiciales.

El equipo médico que llevó a cabo la operación mantuvo desde los primeros juicios, con sus claros y oscuros, que Antonio Meño había vomitado en la mesa de operaciones fruto de la anestesia, un hecho fortuito que le había causado su entrada en coma y que haya quedado desde entonces en estado vegetativo.

Sin embargo, ahora, veinte años después, un nuevo testigo, encontrado por casualidad, puede dar la vuelta a la situación. Según explicó este viernes Luis Bertelli, abogado de la familia, en En Casa de Herrero, el programa conducido y dirigido por Luis Herrero en esRadio, "un médico ayudante del cirujano que realizó la operación pasó por la plaza Jacinto Benavente y, como se acordaba del caso, preguntó a la familia qué hacían allí, pues pensaba que habrían sido indemnizados hace años. Entonces, se sorprendió cuando le dijeron que no habían sido indemnizados y, tras hablar con Juana –la madre de Antonio Meño–, descubrió que les habían mentido, ya que no hubo vómito alguno".

Al parecer, según Bertelli, este médico y nuevo testigo contó a la familia Meño que el anestesista no estuvo presente durante toda la operación, porque fue a atender a otro quirófano, y durante esa ausencia se habría desconectado la máquina que suministraba oxígeno al paciente, lo que le habría provocado las lesiones irreversibles que dejaron en coma al joven.

Concentración este domingo

La familia Meño convocó para este domingo una concentración que tendrá lugar a las 13 horas en la plaza Jacinto Benavente, en pleno centro de Madrid, donde la familia, con el chico enfermo incluido, lleva acampada un año frente a una de las dependencias del Ministerio de Justicia para reclamar que la Administración les haga caso.

Al grito de "Justicia por Antonio", sus padres y familiares convocan la movilización para exigir responsabilidad ante el Departamento de Derechos Humanos en Ginebra por rechazar su caso "por no considerarlo de su competencia" y al Congreso de España por el rechazo "sistemático al no considerar ni prioritario ni de su competencia la admisión de todas las firmas presentadas".

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