L D (EFE) El entrenador barcelonista, el holandés Frank Rijkaard, dejó en el banquillo de inicio al trío de estrellas (Déco, Ronaldinho y Eto'o), además de Márquez y Oleguer, y experimentó con un equipo plagado de jugadores del filial, como Messi, Javito, Verdú y, en la segunda parte, Rodri. La prueba se presentaba atrevida, pero inmediatamente resultó suicida porque el Barça no dio una a derechas. Sufrió un correctivo en ocho minutos, en los que encajó dos goles y tres jugadas claras pudieron acabar igual.
Así, el invento de Rijkaard pronto se cobró sus primeros damnificados. El Barca, ni jugada por delante ni transmitía seguridad atrás. Demasiados desajustes en un equipo que juega de memoria con lo poco que le queda en el aparador como consecuencia de las graves lesiones. El partido, como el de la primera vuelta, tuvo un ritmo trepidante en el que el conjunto barcelonista no se sintió excesivamente incómodo, incluso llegó a lanzar dos balones contra la meta rival en los primeros minutos del choque. Pero en uno de los primeros graves errores defensivos de la zaga azulgrana, el nigeriano Julius Aghahowa controló un balón en el área barcelonista y aprovechándose del error de marcaje consiguió el primer gol de su equipo (1-0).
A partir de entonces, recién cumplido el cuarto de hora, el Barcelona vivió sus peores ocho minutos de todo el campeonato. El área del equipo catalán fue asediada por todas partes y sólo la falta de acierto de los atacantes del Shakhtar resultó determinante para que el marcador no reflejase una goleada. Nuevamente Aghahowa marcó, aunque en esta ocasión sólo empujó el balón. Más apacible fue la segunda parte, aunque en el inicio Valdés debió parar un par de balones complicados. El Barcelona se estiró un poco más pero fue inofensivo ante la meta de Lastuvka, casi inédito en todo el partido, al margen de alguna intervención en algún córner y en el penalti que detuvo.
Rijkaard quiso dar continuidad a su experimento y mantuvo al trío de ases barcelonista en el banquillo y, además, sentó a Puyol y dio entrada a Oleguer y también a Márquez. Belletti, que acabó jugando de interior, salió del campo lesionado. Poco antes de acabar el partido, Xavi protestó un jugada de penalti que el árbitro no observó. Casualmente, dos minutos después y ya en tiempo de añadido, otra vez Xavi fue objeto de pena máxima, que Iniesta falló en el lanzamiento. Esta ha sido la segunda derrota del Barcelona en la presente Liga de Campeones, tras caer en San Siro contra el Milán (1-0).
Así, el invento de Rijkaard pronto se cobró sus primeros damnificados. El Barca, ni jugada por delante ni transmitía seguridad atrás. Demasiados desajustes en un equipo que juega de memoria con lo poco que le queda en el aparador como consecuencia de las graves lesiones. El partido, como el de la primera vuelta, tuvo un ritmo trepidante en el que el conjunto barcelonista no se sintió excesivamente incómodo, incluso llegó a lanzar dos balones contra la meta rival en los primeros minutos del choque. Pero en uno de los primeros graves errores defensivos de la zaga azulgrana, el nigeriano Julius Aghahowa controló un balón en el área barcelonista y aprovechándose del error de marcaje consiguió el primer gol de su equipo (1-0).
A partir de entonces, recién cumplido el cuarto de hora, el Barcelona vivió sus peores ocho minutos de todo el campeonato. El área del equipo catalán fue asediada por todas partes y sólo la falta de acierto de los atacantes del Shakhtar resultó determinante para que el marcador no reflejase una goleada. Nuevamente Aghahowa marcó, aunque en esta ocasión sólo empujó el balón. Más apacible fue la segunda parte, aunque en el inicio Valdés debió parar un par de balones complicados. El Barcelona se estiró un poco más pero fue inofensivo ante la meta de Lastuvka, casi inédito en todo el partido, al margen de alguna intervención en algún córner y en el penalti que detuvo.
Rijkaard quiso dar continuidad a su experimento y mantuvo al trío de ases barcelonista en el banquillo y, además, sentó a Puyol y dio entrada a Oleguer y también a Márquez. Belletti, que acabó jugando de interior, salió del campo lesionado. Poco antes de acabar el partido, Xavi protestó un jugada de penalti que el árbitro no observó. Casualmente, dos minutos después y ya en tiempo de añadido, otra vez Xavi fue objeto de pena máxima, que Iniesta falló en el lanzamiento. Esta ha sido la segunda derrota del Barcelona en la presente Liga de Campeones, tras caer en San Siro contra el Milán (1-0).