Sabido es que cuando España va mal, Andalucía va a peor a causa de sus debilidades estructurales. Ayer se supo que la Junta de Andalucía espera un encrespamiento del pico de la infección por coronavirus que multiplicaría por 10 el número de personas infectadas y que, en un solo día se ha duplicado el número de ERTE en la comunidad, algo que cabía prever por el desplome de los ingresos de miles de empresas. Como ejemplos, la "desaparición" del mes de abril afecta a la flor cortada y a la fresa, anulada por el cierre de fronteras con Marruecos.
El pasado lunes, se presentaron 120 ERTE. Ayer. Ya superaban los 700, multiplicándose por seis en un día. Ayer, en un solo día, el número de ERTE ascendió a 1.626. Y es de temer que este número ascienda de un modo espectacular en pocos días. El problema es tramitarlos dados los servicios mínimos de la Junta. La tramitación es necesaria para no dejar a los trabajadores afectados en un limbo económico y social.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, dio ayer cuenta de estos datos y ha pedido al Ejecutivo central que "complemente" las medidas para autónomos, ya que las ha considerado "insuficientes". Le pidió además que rebaje la presión fiscal a las pequeñas empresas, lleve a cabo moratorias de impuestos e hipotecas, brinde ayudas a las pymes y otorgue una especie de renta mínima a trabajadores que puedan verse afectados por esta situación.
Según Moreno, la Administración andaluza, aunque la Junta trabaja en servicios mínimos, va a sacar adelante estos ERTE. Aunque ahora priman las complicaciones sanitarias, "hay que ir previendo las consecuencias económicas, muy especialmente para afectados por ERTE y autónomos para los que ha pedido no tener que pagar su cuota a la Seguridad Social unos 300-320 euros de media al mes.
9.000 casos en dos semanas y sin suficientes mascarillas
Es la previsión del propio Moreno, lo que significa que en 15 días el número de infectados se puede multiplicar por 10, ya que ayer los infectados eran 859. La situación del abastecimiento de mascarillas es crítica y ayer se vivió una polémica intensa acerca de si hubo o no incautaciones en una empresa de Jaén que provee de estos productos a la Junta de Andalucía y que recibió una llamada del Ministerio de Sanidad para desviar sus productos hacia otras Comunidades, algo que denunció el propio Consejero de Sanidad, Jesús Aguirre.
En una entrevista con Antena 3, un responsable de la empresa reconoció la llamada del Ministerio, si bien pareció negar que la desviación de mascarillas fuera una confiscación. Lo cierto es que la Consejería de Salud y Familia que ayer hizo público un comunicado no ha respondido a lo que el PSOE ha considerado otra mentira más de la Junta sobre la salud andaluza.
La intervención del presidente Moreno ha dejado claras algunas cosas. Una, que la progresión de la enfermedad podría llevar a "un colapso del sistema sanitario" que la Junta va a tratar de evitar con contrataciones de 1.700 profesionales sanitarios que se incorporarán a centros de salud y hospitales en los próximos días, así como apoyo a los servicios de coordinación y atención telefónica, que se están comenzado a colapsar.
Moreno, aunque no hizo referencia al incidente de la "confiscación" dejó claro ayer que existe una falta de recursos materiales tanto para la protección del personal sanitario como del resto de servicios, por ejemplo, el de la dependencia.
Es más, reclamó al Ministerio de Sanidad que facilite cuanto antes mascarillas y equipos de protección a la Junta a la que la empresa de Jaén suministraba hasta el lunes pasado 200.000 unidades semanales. Moreno a anunció que la Junta ha logrado adquirir, por otras vías, un millón de mascarillas para el personal sanitario y otros trabajadores que sirven a los ciudadanos.
Juan Manuel Moreno pidió además al Gobierno que cierre las fronteras aéreas del país: "No tiene sentido que sigan llegando vuelos de países que no están tomando medidas del mismo nivel que España", afirmó en referencia al Reino Unido y exigió aprender, subraya El Mundo, de los errores que se han cometido.
Espinas en las flores de abril y ruina en las fresas de Huelva
La caída del calendario del mes de abril andaluz ha dejado a muchos sectores sin ingresos de manera inmisericorde. Dos ejemplos que destacan hoy diversos medios de comunicación es el de la flor cortada y el de las fresas.
Las flores tienen su agosto en abril cuando procesiones y celebraciones religiosas y civiles, como las Ferias, permiten la compra masiva de estos complementos estéticos naturales para las festividades públicas o familiares. En Andalucía hay alrededor de 3.000 floricultores que cultivan en modernos invernaderos 500 hectáreas de flores sobre todo en Sevilla, Cádiz y Almería.
La situación del sector es de máxima gravedad por cuanto si no hay celebraciones no hay flores y se destruyen o se regalan las que ya hay en cultivo, que son un porcentaje muy alto del negocio a lo largo del año.
Otro caso de ruina inminente es el de la campaña de la fresa en Huelva para cuya recolección se contrataba sobre todo mano de obra procedente de Marruecos. Pero la decisión del reino vecino de cerrar las fronteras con España ya está teniendo una grave repercusión por que entre 6.000 y 9.000 marroquíes no van a poder entrar en España. A pesar de petición de los empresarios de la fresa de una excepción para estos trabajadores, el gobierno ya ha anunciado que no es posible.