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Andalucía

La Andalucía incierta: el coronavirus y sus fondos, el PIB y el cambio político

De recrudecerse de nuevo la pandemia, a la economía andaluza no la salvarán ni los fondos europeos que veremos en qué cantidad llegan al Sur.

De recrudecerse de nuevo la pandemia, a la economía andaluza no la salvarán ni los fondos europeos que veremos en qué cantidad llegan al Sur.
Juan Manuel Moreno y Juan Marín | EFE

Se decía en la Edad Media europea: "El aire de la ciudad nos hace libres", grito de guerra de la incipiente burguesía comercial contra las imposiciones feudales. Ya nos gustaría proclamar: "El aire de Andalucía nos hace libres", pero ni hay aire fresco que alivie el calurón que nos tortura ni en su calma chicha se adivinan certezas. Al contrario, todo es incierto.

El desplome del 13% del PIB que prevén los estudios de Unicaja que conllevan la subida hasta el 30% de la tasa de desempleo, otra vez este maldito cuento de nunca acabar, demuestra que, de recrudecerse de nuevo la infección por covid-19, a la economía andaluza no la salvarán ni los fondos europeos que veremos en qué cantidad llegan al Sur.

De momento, lo que ha llegado es la bronca entre el PSOE y el gobierno de PP y Cs por el reparto de los primeros 6.000 millones del fondo estatal para paliar los gastos extras del coronavirus. Andalucía esperaba 1.200 millones y sólo han llegado 600. ¿Razón? Que se ha primado la incidencia del contagio, Madrid y Cataluña, frente al número de habitantes.

La cuestión es si se seguirá aplicando el mismo criterio a los 10.000 millones que están por venir del Estado y a los fondos europeos que llegarán pronto.

Los nuevos brotes de coronavirus son incesantes, aunque sean menos graves que los que anidan en otras regiones de España. Este jueves había 27 brotes activos de coronavirus, cinco más que el día anterior y casi todos en Granada, una de las provincias más castigadas por la enfermedad. Sin embargo, se contabilizaron 58 casos nuevos, la mitad que el día anterior (117). De momento, el sistema sanitario no tiene las presiones que sufrió en marzo y abril, pero…

Las irresponsabilidades ciudadanas y la ausencia de test masivos y precisos que certifiquen quién está infectado y quién no hacen posibles casos como el de la fiesta postescolar de Córdoba donde un solo contagiado transmitió el virus a más de 101 asistentes y relacionados.

Y tras todo este aire de incertidumbre, el aire viciado de la política, revuelto por las encuestas publicadas. Ya se sabe que todos cuentan la feria le va. En las encuestas del PSOE (Celeste Tel), Susana Díaz levanta cabeza, gana y tal vez podría recuperar la Junta si su socio forzoso, Podemos y Adelante Andalucía, no se hunden, lo que está por ver.

En la encuesta oficial de la Junta, el Barómetro del Centro de Estudios Andaluces, un PP creciente ganaría por poco al PSOE, pero para poder gobernar necesitaría que ni Ciudadanos ni Vox se hundan de aquí a 2022. Ciudadanos, aunque resiste mejor en Andalucía que en el resto de España, queda reducido a la mitad y Vox pierde poco, un escaño o ninguno.

Visto desde fuera de la pelea política, el cambio andaluz no se ha percibido, tal vez debido a las infecciones sucesivas y a la ausencia de reformas efectivas y visibles y año y medio después de producirse está en al aire.

Juan Manuel Moreno, al que el destino y la suerte abandonaron durante sus primeros años como presidente del PP andaluz, parece tenerla ahora de cara porque la izquierda andaluza está sumida en una doble crisis, la de un PSOE que sigue estancado en un liderazgo que Pedro Sánchez quiere dinamitar y una izquierda comunista dividida entre Podemos y los Anticapitalistas y andalucistas de Adelante Andalucía, coalición a su vez dividida entre los ya citados y una Izquierda Unida que inicia su viraje hacia la alianza con el Podemos de Pablo Iglesias, como en el resto de España.

Pero si Podemos sigue la senda del batacazo electoral como en Galicia y el País Vasco y Teresa Rodríguez no es capaz de superar ya desde fuera el efecto de la marca Podemos, ni siquiera su suma podría servir a una Susana Díaz cada día con más cara de Pedro Sánchez, para recuperar las telarañas heridas del régimen socialista, salvo que Juan Marín y Ciudadanos sorprendieran con una nueva piratería política.

Además, Juan Manuel Moreno disfruta del renacimiento de un PP andaluz que sube hasta en la encuesta del PSOE y, aunque está bien lejos de los 50 escaños que logró Javier Arenas en 2012, ya pasa largamente de los 30 cuando apenas tiene 26 en la actualidad. Dado que Vox apenas se deteriora, ni crece, parece que es Ciudadanos el que se desangra a derecha e izquierda.

Todo está en al aire africano del Sur. Si a eso le unimos la posible prohibición de los botellones y las concentraciones, la inquietud de la educación que ya empieza a moverse a la espera de septiembre, el goteo malayo de los casos de corrupción —ahora vuelve Invercaria tras los del caso ERE—, los movimientos en Canal Sur contra el "cambio" y el coste de la remodelación o crisis de gobierno que se ha anunciado antes de hacerse, sí, todo está en el aire que, además, nos abrasa.

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