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Andalucía

Reabre el mirador de Torre Sevilla, el más alto de Andalucía

Torre Sevilla reabre su mirador tras una remodelación que lo convierte "en parada obligatoria para el turismo".

Torre Sevilla reabre su mirador tras una remodelación que lo convierte "en parada obligatoria para el turismo".
Torre Sevilla, el edificio más alto de Andalucía. | Europa Press

La terraza mirador Atalaya Torre Sevilla, que se encuentra en la planta 37 del rascacielos diseñado por Cesar Pelli, ha vuelto a abrir sus puertas al público tras las obras de remodelación acometidas que lo convierten, "en parada obligatoria para el turismo".

Según ha informado Torre Sevilla en un comunicado, este mirador se ha convertido en el rooftop más alto de Andalucía y con la remodelación, se puede "disfrutar de una vista 360 grados de la ciudad de Sevilla y parte de la provincia".

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Vistas de Sevilla desde el mirador

Este rooftop permanecerá abierto al público de lunes a miércoles en horario de 11:00 a 23:00 horas y de jueves a sábados junto con las vísperas de festivos de 11:00 a 01:00 horas ininterrumpidamente tanto para los huéspedes del hotel como para clientes no alejados.

Su acceso tendrá un coste asociado que variará en función del horario y de las franjas de edad: de lunes a domingo de 11:00 a 19:00 horas el coste para acceder al mirador será gratuito para niños de cinco años, de seis euros para niños de hasta 12 años y de ocho euros para adultos. A partir de las 19:00 horas y hasta el cierre, los niños menores de cinco años seguirán teniendo acceso gratuito pero se establecerá una tarifa para adultos de 16 euros con consumición incluida.

El objetivo es convertir este "privilegiado" mirador en un espacio "idóneo" para la celebración de cualquier tipo de encuentro social tanto de índole privado como empresarial. El hotel dispone de "todas las herramientas necesarias" para poder acoger "y garantizar el éxito" de eventos como congresos, reuniones corporativas, cenas de empresa, bodas, y almuerzos de navidad, entre otros.

Cerró sus puertas para someterse a un "ambicioso" proceso de remodelación diseñado por el estudio de arquitectura del sevillano José Luis Rodríguez Gil, que ha tenido una duración de cuatro meses. Las obras han consistido en un cerramiento parcial del espacio mediante cristal para garantizar "una zona confortable" en situaciones climatológicas adversas como viento o lluvia.

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