LD (Agencias) El plan se centra en reactivar el consumo a través de la financiación de electrodomésticos y coches nuevos; la flexibilización del acceso al crédito a pequeñas y medianas empresas, e incluye un inesperado recorte de impuestos a las exportaciones de trigo y maíz, claves para el país.
En noviembre, la tercera economía latinoamericana había puesto en marcha un programa de beneficios tributarios para la creación de empleo y blanqueo de capitales, además de diseñar un monumental plan de obra pública por 21.000 millones de dólares.
De todos los fondos, 3.100 millones de pesos (900 millones de dólares) se destinarán a préstamos para la compra de vehículos nuevos, 3.500 millones de pesos (1.100 millones de dólares) para préstamos al consumo y 3.000 millones de pesos (871 millones de dólares) para las pequeñas y medianas empresas.
El Gobierno peronista, que ha aumentado el control del Estado sobre la economía, lo que ha preocupado a los inversores extranjeros del país, financiará parte del paquete de medidas con los recursos que recibirá por una polémica estatización de los fondos de pensiones privados.
Argentina completará en 2008 su sexto año de fuerte crecimiento, a un ritmo del 7%, pero inferior al 8,5% que mostró en el ciclo 2003-2007.
Mientras la mayoría de los analistas prevén una brusca desaceleración el año próximo, algunos indicadores ya mostraron en el cuarto trimestre del 2008 un fuerte freno, como la venta y producción de vehículos, la construcción y el consumo minorista.
La crisis impactó de lleno también en los mercados financieros argentinos, con un alza de las tasas de interés, una caída en la oferta de crédito bancario, un derrape de acciones y bonos y la depreciación de la moneda local a un mínimo desde el 2002.