(Libertad Digital) La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha defendido la labor del director del Centro Nacional de Inteligencia, Alberto Sáiz, y ha asegurado desconocer que haya podido protagonizar cualquier actuación irregular, según informa Efe.
"Desconozco alguna actuación irregular que afecte al director del CNI. Lo que sí conozco -ha enfatizado- es su importante labor en cuestiones como la lucha antiterrorista y la criminalidad organizada".
Ante la posibilidad de que Saiz sea relevado en su cargo al cumplirse este mes los cinco años de su nombramiento, Fernández de la Vega se ha limitado a señalar que esa es una decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y será él el que, en su momento, la comunique.
La vicepresidenta ha recordado que la actuación del CNI está regulada por ley y esta sometida al control parlamentario, y ante la pregunta de si, en caso de relevo preferiría que fuera una mujer la que ocupara ese cargo, se ha limitado a señalar que, en la actualidad, el centro lo dirige un hombre.
El PP pide la comparecencia de Saiz
Por su parte, Mariano Rajoy anunció este martes que, ante las informaciones sobre los derroches de Saiz, "vamos a pedir que la ministra de Defensa nos diga que ocurre en el CNI". "Lo publicado genera inseguridad, incertidumbre, y pone en tela de juicio al responsable máximo del CNI", sentenció el líder popular en unas declaraciones recogidas por El Mundo.
Por ello, el PP también ha pedido la comparecencia de Alberto Saiz en el Congreso de los Diputados y en la solicitud se le cita para que "informe sobre el origen de los fondos con los que sufragó las jornadas de caza y pesca en las que participó, tras los viajes al extranjero con motivos de encuentros relacionados con los servicios secretos".
Además de la práctica de sus aficiones a la pesca y a la caza, el director del CNI mandó reformar su vivienda. En la instalación de la seguridad contradijo la opinión de los expertos y ordenó instalar alrededor de su chalet plantas de bambú. Los especialistas de los servicios secretos explicaron que el viento podría hacer mover demasiado esas plantas, lo que haría saltar las alarmas constantemente. Finalmente, quiso instalar el bambú, que tuvo que ser cambiado poco después ante los problemas que generaba en la alarma.
También ordenó reformar dos veces la barbacoa porque en la primera instalación a Saiz no le gustó como quedó. Tuvo que ser un directivo del CNI el que le avisara de que el Centro sólo se podía hacer cargo de una parte de la reforma.
Una de las denuncias más importantes de los agentes es la actitud de Saiz desde que llegó al cargo. Desde 2004, " ha relevado a 31 altos cargos, 20 subdirectores y 11 directores técnicos ". Y en menos de cinco años destituyó a tres responsables de la secretaria general, cuatro directores técnicos de Inteligencia y cuatro directores técnicos de Recursos.