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Los disturbios y el boicot a los neonazis marcan el primero de mayo alemán

Los disturbios protagonizados por extremistas de izquierdas y alborotadores, así como los bloqueos a varias marchas de neonazis, dominaron el Primero de Mayo alemán, frente a la escasa capacidad de movilización mostrada por los sindicatos.

L D (EFE) En Berlín, Maguncia, Ulm y Hamburgo miles de contramanifestantes de izquierda lograron impedir las marchas convocada por el ultraderechista Partido Nacional Democrático Alemán (NPD).

Centenares de jóvenes ocuparon en Berlín los andenes del metro y otros accesos a la central del NPD en el barrio de Köpenick, donde pretendía hablar el presidente del partido, Udo Voigt. Un poderoso contingente policial se empleó a fondo y realizó contundentes cargas para impedir que los manifestantes de extrema izquierda llegaran hasta la sede del partido ultraderechista.

Escenas parecidas se registraron en Maguncia (oeste del país), donde centenares de jóvenes ocuparon asimismo accesos y andenes del tren, y también en Ulm (en el sur), donde diversas organizaciones habían llamado a plantar cara a la ultraderecha. En Hannover, donde se había prohibido el jueves otra marcha de neonazis, centenares de personas expresaron en la calle su rechazo a la ultraderecha.

Tanto en Berlín como en Maguncia, apenas un par de centenares de neonazis lograron llegar a los puntos de sus convocatorias. Desde hace años la ultraderecha convoca manifestaciones en el Primero de Mayo, que derivan en altercados con grupos decididos a que no usurpen el protagonismo de esta jornada tradicional de lucha para la izquierda y la extrema izquierda.

También siguiendo la tónica habitual desde hace años, la víspera del Día del Trabajo, la llamada Noche de Walpurgis, se produjeron ya duros encontronazos en Berlín y en Hamburgo entre antidisturbios y centenares de radicales de extrema izquierda, mezclados con alborotadores.

Según datos policiales, 48 agentes sufrieron heridas leves y 57 manifestantes fueron detenidos en el barrio berlinés de Friedrichshain. Los incidentes se produjeron pasada la medianoche, cuando unas 200 personas lanzaron botellas y adoquines a los policías, además de prender fuego a varios contenedores de basura. El portavoz policial señaló que, pese a todo, la noche de Walpurgis berlinesa fue menos virulenta que en años anteriores.

En el barrio hamburgués de Schanzenviertel hubo asimismo disturbios protagonizados por radicales y alborotadores, que rompieron la luna de un banco e incendiaron contenedores de basura.

Los incidentes acapararon el protagonismo del Primero de Mayo, mientras la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) concentraba a 7.000 ciudadanos en su mitin central, en Bremen, donde el presidente de la organización, Michael Sommer, instó a una rápida reforma del sistema financiero, al que calificó de "capitalismo de casino".

En Ludwigshafen, el ministro de Exteriores y candidato a la cancillería por el Partido Socialdemócrata (SPD), Frank-Walter Steinmeier, habló ante unos 3.000 concentrados de potenciar la acción de los sindicatos en estos tiempos de crisis.

Se estima que unas 400.000 personas participaron en los 40 actos convocados en todo el país, frente a los 530.000 del año anterior.

El despliegue policial se mantendrá lo que queda de la jornada y unos 5.000 agentes velarán por el discurrir del denominado Primero de Mayo Revolucionario en el barrio multiétnico berlinés de Kreuzberg, donde, desde 1987, se producen disturbios de mayor o menor intensidad al término de una multitudinaria fiesta en la calle.

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