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Zapatero encuadra las subvenciones de Chaves a su hija en los "ataques en campaña"

Piqueras hizo a Zapatero la consabida entrevista masaje,  lejos de las puyas que el martes le endosó a Rajoy. Zapatero salió airoso en el tema del aborto y se escabulló en el escándalo de Manuel Chaves.

(Libertad Digital) La entrevista arrancó con la crisis y, como era de esperar, el presidente no se salió del guión al que nos tiene acostumbrados. Pidió confianza en las medidas del gobierno para "que sigan produciendo esos resultados positivos y moderemos la destrucción de empleo". De esta manera volvía a calificar de positivos los últimos datos de empleo, pese a que marcaban máximos históricos de paro y destrucción de empleo en tasa interanual.

Por otro lado, preguntado por el factor estacional que el Gobierno escondió en el párrafo de una página interior del informe de paro, Zapatero señaló que al margen de ese factor "cualquier dato de esta naturaleza hay que tomarlo como un dato positivo". Además, pronosticó que "el segundo y el tercer trimestre no van a ser tan negativos" en clave de empleo.

También sacó la cara a favor de los sindicatos apelando a "la gran responsabilidad" de los mismos. Señaló que tenemos una paz social "que pueden apreciar todos los ciudadanos" ya que los sindicatos "responden a las decisiones de un gobierno y este gobierno ha comprometido la defensa de la protección social, políticas sociales y el máximo esfuerzo contra el paro". Para terminar señaló que espera que el "diálogo social con sindicatos, patronal y el Gobierno" llegue a un acuerdo "antes del verano".

Por lo demás, se limitó a repetir, una vez más, que se trata de una crisis internacional y recurrió de nuevo a la quiebra de Lehman Brothers: "¡Quién nos iba a decir que quebraría el gigante financiero!", exclamó, justo antes de añadir: "¡Y el gigante automovilístico General Motors!".

A preguntas de los telespectadores, el secretario general del PSOE fechó en 2010 la recuperación económica, aseguró las pensiones y abogó por las nuevas tecnologías contra los "excesos del sector inmobiliario".

"Sí, acudiré a Barcelona en Falcon", afirmó sin dudar el líder socialista al ser preguntado por la polémica del avión. Transformado en presidente del gobierno, apeló a su "responsabilidad", a la "seguridad" y también aprovechó este papel para no valorar las revelaciones de Blanco sobre la seguridad de Aznar. "Por sentido de la responsabilidad, como presidente, no voy a hacer ninguna valoración", dijo sin rubor.

Preguntado por si se presentará como candidato del PSOE a las próximas elecciones generales, dijo que "dependerá del interés general y de mi decisión personal".

Piqueras no quiso preguntarle sobre el escándalo de Manuel Chaves y las subvenciones a la empresa de su hija, pero al menos puso la pregunta en voz de un espectador. "El vicepresidente ha explicado ya que todo es legal y no tiene trascendencia. En todas las campañas electorales hay ataques de esta naturaleza"

Salió bien parado Zapatero sobre el asunto del aborto, que dijo que se encuandra en "políticas preventivas de embarazos no deseados. La ley está en la media de las legislaciones de la UE" para evitar que "ninguna mujer vaya a la cárcel". En cuanto a la polémica de que las niñas de 16 años puedan abortar sin permiso de sus padres, dijo que es para asegurar la autonomía de la joven y evitar un punto de conflicto. "Lo normal es que se lo comunique a sus padres", pero se trata de evitar que los padres puedan prohibírselo.

Los excesos de Leire Pajín, que dijo que "el próximo acontecimiento histórico en el planeta será la coincidencia de Zapatero en la UE y Obama", lo atribuyó al "cariño y aprecio" que le tiene la secretaria de Organización del PSOE.

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