“Déjame, déjame” eran los gritos que más profería la pequeña María de las Mercedes antes de ser apuñalada en el corazón por su asesino, dice el diario El Mundo. Un testigo de su huida asegura haber visto huir a “un joven moreno, muy alto y ágil, de aproximadamente metro ochenta, que vestía vaqueros y una camisa blanca con cuadros azules”.
“Yo vivo pared con pared y me despertaron unos gritos. Primero creí que estaban jugando, pero que eran más suaves, pero luego me dí cuenta de que pasaba algo” dice María, otra vecina, a La Razón.
Consuelo, una vecina con domicilio en la vivienda contigua acudió finalmente a auxiliar a la joven, -que estaba sola en casa cuando fue atacada-, asegura que encontró a la chica en el portal, ensangrentada y con la mano en el pecho.
“Luego noté que alguien entraba también en el portal. Era un hombre muy delgado. Pensé que iba a ayudarme, pero cogió una cosa del suelo y salió corriendo”, dice la misma vecina. Asegura que pudo volver a coger “un teléfono móvil o el arma que utilizó” olvidados en el lugar, algo que pudiera incriminarle, publica El Mundo.
“Tú has sido quien la ha matado”, pudo gritarle una vecina, de origen peruano, antes de que se diera a la fuga de nuevo, momento en el que fue visto por otros vecinos, añade por su parte La Razón.
Una trabajadora municipal confirma la descripción con la que trabaja la Policía. “Vino un agente y me dijo que si había visto corriendo a un joven de tez oscura, con camisa a cuadros y pantalones vaqueros”. El sospechoso habría chocado con varios vecinos en su huida, cuya declaración ha sido tomada por la Policía, según publica El Mundo.
La Razón asegura que se desconoce la relación del asesino con la joven, pero que las autoridades descartan que el culpable haya sido el padrastro de la niña, posibilidad con la que se especuló inicialmente. María, una de las primeras vecinas en asistir a María Mercedes, asegura que no conocía al agresor y que éste era "muy joven".
La joven dominicana llevaba con su madre apenas dos años en el país, y vivían el portal 22C de la calle Pico Cejo en el distrito de Puente de Vallecas, muy cercano a la M-30, desde hacía escasas semanas. La joven es descrita como “muy desarrollada” para su edad.
La barriada registra gran número de peleas de las que se quejan algunos vecinos. “Llevo 30 años viviendo aquí, y nunca había visto las cosas igual”, dice una vecina en El Mundo.