A Zapatero le quedan ya pocos incondicionales. Tras la salida de César Antonio Molina, Jordi Sevilla y Solbes, se le suman ahora las críticas de José Blanco.
En una entrada en su bloh personal llamada “`Plan Z”, el ministro diserta sobre las medidas económicas del presidente del Gobierno afirmando que “Ahora está de moda criticar al Gobierno al mismo tiempo por una cosa y por la contraria”.
Quién sabe si por modismos, pero unas líneas más adelante ese es el pecado en el que él mismo incurre, elogiando primero las bondades de su jefe, que según él ha cumplido con “la política frente a la crisis que se escribe con Z de Zapatero”, y después señalando las fallas de su modelo.
Blanco se desmarca claramente:“No es por provocar, pero pienso que si tuviéramos más capacidad de improvisación –o de reacción- nos iría mejor”, asegura. Curiosamente reclama su derecho a contradecirse: “Yo recomiendo a mis compañeros que se tomen estas cosas con deportividad. Al fin y al cabo, todos hemos ejercido alguna vez el derecho a la incoherencia”.
Quizás, esta crítica velada responde a la estrategia que él mismo señala “en políticia conviene ser firme en lo estratégico y flexible en lo táctico”.