El ataque organizado por más de 300 terroristas talibán obligó a las tropas norteamericanas a abandonar el puesto, en lo que ha sido calificado como el ataque más mortífero a tropas de EEUU en 15 meses, según publica El Mundo.
La OTAN confirmó la retirada de Camp Keating, en Nuristan. La Alianza insistió, no obstante, en que el repliegue es parte de la relocalización de tropas en lugares con una mayor población, algo que estaba planeado desde hace semanas.
No obstante, los talibán, expone El Mundo, han cantado victoria. Zabiulá Muyahid, portavoz de los terroristas, aseguró que los militares destruyeron lo que quedaba de la base. "Esto quiere decir que no volverán. Es una nueva victoria para los talibán. Tenemos el control de otro distrito en el este de Afganistán".
Los soldados y pilotos que acudieron al rescate han revelado que el ataque provocó la muerte de ocho soldados y heridas a otros 24. Según la cadena ABC, los efectivos estadounidenses nunca se habían enfrentado a un ataque de tal envergadura.
La base fue construida en 2006 en un valle escarpado cercano a la frontera con Pakistán, emplazamiento que siempre fue vulnerable a ataques de lanzagranadas y de pequeñas armas de fuego desde las montañas. Pero nunca había sido asaltada a gran escala, relata El Mundo.
Para elaborar el inaudito ataque, los talibán habían estado almacenando armas en una mezquita y esperaron hasta antes del alba para atacar, disparando con ametralladoras desde los altos. Con la base a oscuras debido a la explosión del generador, los talibán consiguieron prender fuego a la base.
Esto obligó a los soldados estadounidenses y afganos a pedir apoyo aéreo, al estar "rodeados 360 grados", según expone el teniente capitán Cason Shrode, responsable de dirigir el apoyo aéreo desde la base. "Nunca he visto una cantidad tan grande de insurgentes atacando una posición estática", añade un copiloto.
Según El Mundo, la batalla se prolongó durante un día entero y tres helicópteros Apache fueron alcanzados por el fuego. Los soldados donaban sangre en la propia base para ayudar a los heridos, y la atención médica en helicóptero no pudo aterrizar hasta que de nuevo oscureció.
Según la OTAN, más de 100 terroristas fueron abatidos. La Alianza asegura que terroristas locales fueron ayudados por los talibán y por el grupo Esv.-e-Islami, liderado Gulbudin Hekmatyar, importante terrorista escondido en Pakistán.