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Cada empleo verde cuesta 150.000 euros al año a los contribuyentes alemanes

La energía verde tiene un alto coste y no crea empleo neto. Lo saben ya en EEUU gracias a los analistas del Instituto Juan de Mariana y ahora los alemanes comienzan a darse cuenta de los riesgos de esta burbuja inflada con subvenciones. Llega la "deuda solar". Lo cuenta el blog Desdeelexilio.

La energía verde tiene un alto coste y no crea empleo neto. Lo saben ya en EEUU gracias a los analistas del Instituto Juan de Mariana y ahora los alemanes comienzan a darse cuenta de los riesgos de esta burbuja inflada con subvenciones. Llega la "deuda solar". Lo cuenta el blog Desdeelexilio.

Lo que hace unos meses se calificaba como herejías de un puñado de liberales ahora comienza a preocupar a los gobiernos de algunos países y a la opinión pública. La fiesta de las energías renovables está costando ya a cada español más de 300 euros anuales en su factura de la luz en subvenciones cruzadas, a lo que hay que sumar el dinero que –vía impuestos- se traslada de las arcas públicas a las cuentas de resultados de algunas empresas.

El debate se recrudecío a ambos lados del Atlántico tras la publicación del "Estudio de los Efectos del Apoyo Público a las Energías Renovables sobre el Empleo", elaborado por la Universidad Rey Juan Carlos, en colaboración con analistas del Instituto Juan de Mariana (IJM).

Este riguroso estudio tiraba por tierra el mito de que la energía verde crea empleo neto y anticipaba que cada puesto de trabajo en este sector han costado a los contribuyentes que viven en España 571.138 euros desde 2000.

El estudio llegó a EEUU, donde el presidente del IJM, Gabriel Calzada, acudió al Congreso para presentarlo. El informe tuvo mucha repercusión en los medios. Sirva como ejemplo la entrevista que realizó a Calzada Glen Beck en la cadena Fox News.

Y mientras los analistas españoles eran escuchados en EEUU, en España llovieron las críticas. Los autores han tenido que soportar todo tipo de ataques personales, calumnias e injurias por cuestionar las bondades de la apuesta exclusiva por las energías renovables con dinero público.

Pero, como señala Luis I. Gómez, en su blog "Desde el exilio", el enfoque de los economistas españoles no ha caído en saco roto en el Viejo Continente. El diario alemán Der Spiegel publica cada puesto de trabajo en energía solar cuesta al año 150.000 euros en subvenciones en Alemania. Y costará lo mismo durante los próximos 20 años, exista o no ese puesto de trabajo.

El periódico da esta cifra partiendo de los resultados de un estudio realizado por el Rheinisch-Westfälischen Instituts für Wirtschaftsforschung (RWI) y los datos que se publicarán en la revista Photon a los que ha tenido acceso la redacción de Spiegel, los alemanes se enfrentan a una deuda para los próximos 20 años en concepto de subvención solar de 27.000 millones de euros.

"La razón de tal desorbitante cifra es la famosa subvención solar impuesta por el antiguo Ministro de Medioambiente Sigmar Gabriel (SPD) y fijada por ley: quien instale un sistema de energía solar y venda la energía producida recibirá del estado (de nuestros bolsillos) 43 céntimos de euro por kw/h -cinco veces más de lo que cuesta la electricidad convencional en la Bolsa de Energía de Leipzig- durante 20 años", señala Gómez haciendo referencia al artículo del Spiegel.

La "deuda solar"

En otras palabras: una planta solar instalada hoy genera costes durante los próximos 20 años. Los expertos lo llaman "deuda solar".

Y esos costes son gigantescos. Sólamente teniendo en cuenta las plantas construidas entre 2000 y 2008 estamos hablando, según los datos de Photon, de 33.700 millones de euros. Los datos del RWI hablan incluso de 35.000 millones de euros.

"El problema: a pesar de las gigantescas subvenciones el sol apenas es un factor a tener en cuenta en el paquete energético total alemán. Del total, apenas un 0,9% de la energía generada en Alemania procede de paneles solares. Los efectos sobre el mercado laboral han sido irrisorios. Hoy por hoy, la mayor parte de los paneles solares que se venden en Alemania proceden de China. Los fabricantes germanos cierran sus plantas, trasladan la producción a Asia o reducen sus plantillas", explica el blog.

Pero es peor: incluso las plantas solares fabricadas en Alemania no son capaces de generar puestos de trabajo duraderos. En el momento en que la instalación de una planta está terminada, ya no se generan empleos nuevos y la mano de obra no especializada es despedida. Según el experto del RWI Manuel Frondel "un año de trabajo genera 20 años de costes".

El Spiegel toma entonces los datos del Ministerio de Medioambiente germano y saca la calculadora: cada puesto de trabajo en energía solar cuesta al año 150.000 euros en subvenciones.

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