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Requero: "Hasta un club de fútbol se ve con autoridad para dar punterazos al TC"

El magistrado de la Audiencia Nacional José Luis Requero escribe este martes sobre el aniversario de la Constitución, una celebración que no sabe bien si es una fiesta o un funeral, en un país en el que "hasta un club de fútbol se ve con autoridad para dar punterazos al TC y al estado de derecho"

En un extenso artículo que publica este martes La Razón, Requero reflexiona sobre si la reciente celebración del 31 aniversario de la Constitución se trataba de una "¿fiesta o de cumpleaños o un funeral?", aunque el magistrado tarda poco en asegurar que "me temo lo segundo".

El título del artículo, "Aniversario al baño de maría", incluye parte de la argumentación del magistrado, que defiende que "el Tribunal Constitucional está inmerso en una suerte de baño María social, político y periodístico, a la espera de que se reblandezca la obstinación de algunos de sus miembros y acabe cociéndose al gusto de esos intereses".

El resultado de esa cocción "sería una sentencia de consenso, con lo cual es el propio tribunal el que reniega de ser eso, un tribunal", y es que Requero lamenta que hoy por hoy "un tribunal de Justicia es un órgano político donde los partidos continúan la lucha con otras armas, otro lenguaje y otros soldados", y eso hace que se apele a sentencias de consenso cuando éste "es un instrumento lógico en la acción política, terreno en el que manda la oportunidad; pero en un tribunal deben imperar los criterios jurídicos".

En cuanto a la propia Constitución, el magistrado reflexiona sobre la necesidad de modificar la Carta Magna que tanto se debate en unos términos bastante concluyentes: "Una cosa es que la Constitución no sea un texto petrificado, que deba evolucionar en su interpretación y aplicación y otra cosa es que una norma joven –treinta y un años– se vea como si se tratase de las Siete Partidas o el Fuero Juzgo".

"La Constitución no está aquejada de progeria o síndrome de envejecimiento prematuro", señala, "lo que hay es deslealtad, desprecio por el Derecho, por el Estado de Derecho y, sobre todo, mucha irresponsabilidad", concluye con contundencia.

Y es que la diferencia está en que en lugar de "ver en la Constitución no un límite al ejercicio del Poder –ese es el origen del constitucionalismo–, sino su instrumento de acción".

Así, y en referencia a la adhesión del FC Barcelona al famoso editorial de la prensa catalana, Requero escribe que "tan bajo hemos caído que hasta un club de fútbol, acostumbrado a concebir todo desde la lógica del balompié, se ve con autoridad y legitimidad para dar punterazos al Tribunal Constitucional y, de paso, al Estado de Derecho".

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