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Cristina Hoyos y Trajano, 3

¿Por qué se llama una empresa de Cristina Hoyos Trajana? En realidad, su nombre es Trajana Producciones SL. ¿Será por la vía romana?

Es difícil saber por qué alguien pone tal nombre a su empresa aunque siempre estas denominaciones tienen alguna explicación. O bien son iniciales de varias palabras meramente descriptivas (BBVA), bien son expresiones y/o palabras que tienen contenido emocional (El Deseo), bien tienen voluntad personalizadora (Borbolla dos, S.L.) u otras razones.

Trajana Producciones, S.L. es la empresa vertebral de Cristina Hoyos Panadero, la gran bailaora andaluza, no tan grande en otros comportamientos. En este caso, recurramos a gente de la profesión, también excelentes profesionales que en su día se quejaron -de los pocos que se atrevieron a hacerlo porque el miedo es conditio sine qua non de todo régimen de poder - del imperio de esta "Trajana" del baile y de la danza en que se había convertido Cristina Hoyos.

El primer testimonio va a ser el de Eva Yerbabuena, bailaora, también grande, nacida en Alemania y renacida en Granada, que ha recibido hace un mes el premio Compás del Cante. Para que se comprenda su valor, esta distinción ha sido concedida en ediciones anteriores a los guitarristas Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, Fosforito; Chano Lobato; Matilde Coral; La Paquera de Jerez; Fernanda de Utrera; Cristina Hoyos y Merche Esmeralda, entre otros y desde 1984. La Yerbabuena y La Hoyos se conocen minuciosamente desde 1999 y durante estos años han coincidido muchas veces.

Pues la Yerbabuena declaró en 2005, en agosto, que se oponía a la Junta de Andalucía por el trato que le daba a Cristina Hoyos, trato de favor, se sobreentiende. En la obra que por entonces estrenaba en Madrid Cristina Hoyos, entonces al frente de Ballet Flamenco de Andalucía, de la Junta y con dinero público detrás, no aparecía el ballet sino que en su cartelería la obra aparecía como una obra de Cristina Hoyos. Es decir, la Hoyos podía tener un ballet más barato que los demás porque tenía el respaldo del dinero público y eso no estaba bien.

"Al final, uno no sabe si va a ver a la Compañía de Cristina Hoyos o al Ballet Flamenco de Andalucía, cuyo nombre no aparece. Y así ni se sacan nuevos valores ni se motiva a los bailarines. Lo que más me molesta es que hay mucha gente que está "piando" por detrás pero nadie dice nada abiertamente, ni siquiera figuras consagradas que pueden decir lo que consideren oportuno. Ese silencio se tiene que terminar. Yo ya no me callo", dijo la Yerbabuena en entrevista con ABC, dolida por el mal uso de lo público hecho por la socialista Hoyos en su beneficio privado. Pero la Junta quiso silenciar a La Yerbabuena acusándola a ella misma de percibir subvenciones de la Junta.

El olor a libertad de La Yerbabuena, promesa para el futuro de Andalucía

Pero en esta ocasión, la gran bailaora no se doblegó, dando una esperanza a la Andalucía libre que late tras el régimen su tela de araña. Y no nos resistimos a reproducir íntegramente sus razones expuestas en el artículo "¡Quiero llorar porque me da la gana..!. Decía Eva Garrido, La Yerbabuena:

"Aclarado esto, paso a contestar unas manifestaciones que realizó el señor director de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco y que sólo mis compromisos profesionales me han impedido responder antes:

1. Eva Yerbabuena Ballet Flamenco es una compañía privada desde 1998, y de la que hoy en día dependen 25 familias andaluzas.

2. Para consolidarse como tal y para que fuese posible que el Gobierno andaluz decidiera subvencionar algunos de mis proyectos en base a la legislación vigente para todas las compañías que soliciten ayudas públicas y que cumplan todos los requisitos, Eva Garrido García ha tenido la responsabilidad junto a Francisco Franco Fernández, conocido artísticamente como Paco Jarana, de autogestionarse tanto artística como económicamente desde sus comienzos.

3. Como contribuyente de la Comunidad autónoma de Andalucía tengo todo el derecho a expresar mi opinión sobre las medidas que se toman con dinero público, es decir, con mi dinero, con el de todos.

4. Ningún premio de los obtenidos a lo largo de mi trayectoria artística se debe al apoyo de las instituciones y sí al trabajo realizado, al apoyo generoso y cómplice de la profesión y, sobre todo, al público que llena los teatros, y la consideración que el director de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco demuestra de tales premios y honores es vergonzosa para los artistas que hemos obtenido estos galardones, así como para la propia administración autonómica.

5. Nunca he puesto en duda la grandeza artística de la maestra Cristina Hoyos, al contrario, mi queja o reflexión en voz alta es, y sigue siendo, que el nombre de Ballet Flamenco de Andalucía pasaba totalmente desapercibido en la publicidad que se pudo ver en Madrid durante el periodo de actuaciones de la compañía, lo cual, a mi entender, no debería suceder. Creo que la mayor satisfacción para todos, y sobre todo para una directora de un ballet de danza, es que contraten a dicho ballet por la calidad artística de todos sus miembros y, en conjunto, por la labor que su directora debe ejercer desde otro espacio que no sólo es la escena."

Digna, libre y poderosa carta con teoría democrática de las subvenciones incluida frente a la realidad sectaria de las mismas desarrollada en Andalucía desde 1979.

Pero, en fin, ya se sabe, Por si alguien cree que tal vez viejas rencillas de artistas que compiten entre sí, malencuentros, trivialidades o puñetitas, son los que animan esta polémica esencial, vayamos a otro caso. ¿Y lo de Canales, don Antonio, todo un señor del baile y de la danza? También él dijo a las claras que "la Hoyos está obstaculizando el trabajo de mucha gente". Pero, bueno, a Canales se le silenció de otro modo porque lo dijo como lo dijo.

La vía Trajana a los negocios del flamenco:

En Trajana Producciones S.L. hay dos nombres. Uno, el de la propia Cristina Hoyos Panadero y otro, el de Juan Antonio Jiménez Fernández, su pareja y administrador del Museo del Baile Flamenco de Sevilla, con Tina Panadero, sobrina de la bailaora. Y la confusión entre la compañía privada de la Hoyos con el Ballet Público andaluz ha sido total. Pero es sólo culpa de la Hoyos, que naturalmente, se benefició de las aguas revueltas y de la posibilidad de fulminar a su competencia desde la columna "trajana" de lo público.

En realidad fue la Junta de Andalucía la que agitó las aguas para revolverlas con un nuevo apaño de amoralidad política y de gestión ineficiente. De hecho, la Junta tomó la decisión de convertir la compañía de la Hoyos en el Ballet público sin más. "By the face". La Junta contrató a todos los artistas, a todo el equipo de producción y, por si fuera poco, se firmó un contrato entre Junta y la Hoyos por el cual le cedía a esta la exclusividad de las ventas del Ballet Flamenco de Andalucía, nuevo nombre de la compañía de la Hoyos.

Pongamos un ejemplo. En 2005, el Ballet Flamenco andaluz logró contratar 111 representaciones de la que el 90 por ciento fueron contratadas por...Trajana Producciones, S.L., la compañía de Cristina Hoyos. Cuando el autor del desaguisado político y artístico y entonces director de la Agencia Andaluza de Flamenco, Alberto Bandrés quiso corregir la situación quitando la exclusividad de la venta a la compañía de la Hoyos, fue defenestrado de inmediato. El poder de la "trajana" Hoyos era entonces en la Junta -y lo sigue siendo -, terrible.

Le falta, creemos, la prudencia y la ecuanimidad de aquel emperador sevillano que, con acento andaluz, contribuyó a la gloria, seguramente a la más alta gloria, del imperio romano.

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