The Saboteur, un GTA para matar nazis en el París ocupado

The Saboteur es un juego del que uno se espera que sea correcto sin más, y que termina por convencer gracias a su ambientación, diversión e historia. Un título de estos que no se deben dejar pasar.

¡Viva la Resistance!

Siento hacer de madraza con un título como este, pero es que me enerva que un título con la calidad y posibilidades de The Saboteur se pueda quedar en el olvido. Que conste que yo no voy a comisión, pues no hay más que ver el "ninguneo" que hace la propia Electronic Arts a este título al lanzarlo sin ni tan siquiera la traducción de textos al castellano. Me costaría entender que no se tradujese un juego de rol, pero ¿un sandbox de las posibilidades de The Saboteur? En fin, debe de ser algo inédito en la actual generación de consolas.

En fin, mejor dejo de pensar en estas cosas que me pongo de mala leche. Pasemos a hablar de The Saboteur en sí. Nosotros manejaremos a Sean Devlin, un mecánico irlandés con aspiración de llegar a piloto de carrera que se encuentra a caballo entre Francia y Alemania en busca de esa carrera tan especial que le permita convertirse en un hombre famoso y rico. Por ello, todo comienza en el pueblo de Saarbrucken, donde el fanfarrón de Sean participará en una carrera donde conocerá a Dierker, un alemán que ocupa un alto cargo dentro de la estructura nazi. ¿No lo había dicho antes? The Saboteur se ambienta en la Segunda Guerra Mundial, y asistiremos a la invasión germana del país galo justo después de perder a un buen amigo a manos de Dierker. Por ello iniciaremos una venganza que nos llevará a unirnos a la Resistencia parisina, realizando actos de terrorismo contra los nazis y ya de paso dando esperanzas a los pobres franceses, que están sometidos al terror nazi.

El argumento está bastante bien cuidado, pues presenta un desarrollo serio que va un paso más allá de lo visto en la mayoría de los sandbox que hemos tenido esta generación. De hecho, si tuviera que compararlo a alguno, creo que ese sería Mafia, puesto que ambos ofrecen una ambientación basada en el pasado (uno en el Chicago de los años 20 y el otro en la IIª Guerra Mundial). Además, ambos presentan un desarrollo de personajes bastante marcados y una línea argumental bien clara y definida. No creo que llegue a los niveles de Mafia, pero era simplemente para que os hicierais una idea.

Luego tenemos que hablar sobre la ambientación. Hace años que no voy a París de visita, pero no puedo más que aplaudir lo bien que se han representado zonas como la Torre Eiffel y sus alrededores (que por cierto, se puede escalar hasta lo más alto), el Arco de Triunfo, el Moulin Rouge, Montparnasse, la Plaza de la Bastilla, etc.

También es digno de mención el diseño artístico de este título, pues habrá una gran diferencia entre las zonas dominadas por los nazis y aquellas zonas en las que los franceses ya han conseguido liberarse del yugo alemán. En las zonas controladas por la resistencia veremos el día en todo su esplendor, con la utilización de toda la gama de colores. Sin embargo, si estamos en una región infestada de nazis veremos que los tonos oscuros reinarán (parece siempre de noche), lo que unido al uso del blanco y negro lo convierte en algo más sombrío. Ideal para crear una mayor atmósfera en torno a dichas zonas. Incluso veremos cómo llueve en las zonas dominadas por los nazis, mientras que en el resto de regiones hará un espléndido sol. Una asociación de ideas que funciona realmente bien.

Con respecto a los nazis, veremos que cuando caminan por la calle llevarán a cabo abusos contra los transeúntes, golpeándoles hasta la muerte. Sin embargo, si se disponen a golpear a alguien en una región controlada por los franceses, puede que el ciudadano de a pie le salga respondón y sea el nazi el que termine muerto en el suelo. Un detalle interesante que nos permite ver que estamos en un mundo vivo, en el que no somos sólo nosotros quienes interactuamos con el escenario. Por cierto, ya que he hablado sobre los ciudadanos, comentar que los nazis nos permitirán que robemos los vehículos de los pobres franceses, o que los atropellemos... pues a ellos eso les da igual.

Será muy importante no dejar muchas bajas civiles francesas, pues si nos cargamos a un número determinado de transeúntes, podemos perder el derecho a escondernos en los escondrijos que hay repartidos por todo el escenario durante un tiempo limitado. Además, los franceses nos servirán de ayuda si nos portamos bien con ellos, pues si nos ven atacando objetivos nazis o escalando edificios no se chivarán a los alemanes.

Antes de pasar a tratar más profundamente lo que The Saboteur ofrece me gustaría aclarar que el escenario que ofrece es de amplias extensiones, pues además de las tres zonas de París que incluye, tenemos otras poblaciones (Le Havre y Saarbrucken), además de zonas de campiña francesa como Lorraine, Picardie, Normandie o Champagne-Ardenne. Todo ello conforma un escenario muy amplio que dará pie a una gran cantidad de misiones y objetivos secundarios que destruir. Quizá habría estado genial que se nos hubiese permitido la posibilidad de cambiar de bando en el momento que quisiéramos...aunque esto habría afectado directamente a la calidad de la trama argumental, pues perdería cierto peso.

Jugabilidad

The Saboteur es un juego de acción que utiliza un escenario abierto donde se desarrollan todas las misiones. También hay un buen número de misiones secundarias que podremos hacer en el orden que queramos. Hasta aquí no he dicho absolutamente nada que no se pueda decir también de GTA IV, Saints Row 2, etc. Sin embargo, las diferencias llegan cuando vemos que The Saboteur ofrece un concepto de sigilo muy desarrollado, pues Sean Devlin tendrá que acudir en muchas ocasiones a ocultarse ante los nazis para poder acometer alguna de las misiones...pues si le ven se verá envuelto en una trifulca de la que será complicado salir con vida. Ahora seguro que estáis pensando más bien en Assasin’s Creed 2...y la verdad es que no iríais desencaminados, pues Sean Devlin tiene una enorme habilidad para escalar y encaramarse a lo más alto de los edificios de este París de los años 40. Sin embargo, por la temática, la conducción y las armas de fuego vemos que también comparte mucho con los juegos tipo GTA.

Por tanto, se podría decir que The Saboteur es una mezcla de Mafia (ambos ambientados en el pasado, se le da importancia a la trama argumental, marcado desarrollo de personajes), de Assasin’s Creed 2 (habilidades de escalada, sigilo y muertes rápidas en combate cuerpo a cuerpo) y de GTA IV (desarrollo libre de misiones en vehículo, importancia de las armas de fuego, etc.). Es un resumen un tanto burdo, pero así os haréis una mejor idea.

Sean tendrá unas importantes habilidades de sigilo, que empiezan por el combate cuerpo a cuerpo. Podrá colocarse detrás de los soldados enemigos y golpearlos hasta la muerte sin hacer ruido...aunque deberá de cuidarse de que no lo vean, pues entonces sí que saltarán todas las alarmas. Si lo asesina sin derramar ni una gota de sangre (sin utilizar armas de fuego), podrá coger las ropas del muerto y así hacerse pasar por un nazi más... aunque luego tendremos que caminar como los nazis, pues si vamos a paso ligero o corriendo suscitaremos sospechas. También sospecharán al ver nuestra cara, así que cuando vayamos disfrazados más nos valdrá intentar pasar desapercibidos.

En la interfaz veremos el típico minimapa en forma de círculo en una esquina de la pantalla. Justo al lado hay un hueco donde aparece una exclamación. Dicha exclamación quiere decir que estamos en el campo de visión de al menos un soldado, y dicho símbolo permanecerá de un color blanco siempre y cuando no hagamos nada que levante sospechas. Sin embargo, si adoptamos postura de combate, nos movemos de forma sigilosa, sacamos un arma de fuego o nos ponemos a escalar edificios, eso levantará sospechas en el soldado, cuya preocupación irá en aumento hasta que un círculo amarillo se complete alrededor del minimapa. Si se completa, el soldado hará soltar la alarma y los nazis se pondrán a buscarte como loco. Hay cuatro niveles de alarma, y la última es mejor no verla nunca...puesto que los tanques nazis tienen una puntería muy buena, y es mejor no desafiarla. Sin embargo, bastará con salir de la zona roja donde nos están buscando para perder la orden de búsqueda y captura contra nosotros.

He aquí uno de los pocos errores que tiene The Saboteur, pues la IA de The Saboteur no muestra un nivel muy avanzado, olvidándose pronto de a quién estaban persiguiendo. No os vayáis a pensar que la IA es errática, pues funciona a la perfección, solo que me habría gustado que hubiera sido mucho más exigente y dura para que así tuviéramos que ser aún más cuidadosos.

Ahora pasaré a hablar de la variedad de las misiones que The Saboteur ofrece. Para empezar he de decir que el conjunto de misiones principales no es tan grande como otros pesos pesados del género (véase GTA IV), pero aún así nos puede llevar bastantes horas. Lo más reseñable de las misiones principales es que algunas tienen un desarrollo francamente genial, y todo se debe al hecho de que podamos optar entre entrar a saco y matar uno a uno a todos los nazis, o infiltrarnos en la base disfrazados de nazis e ir hasta el fondo para empezar a cargárnoslos de manera silenciosa hasta conseguir nuestro objetivo. Este fue el camino que yo tomé para el nivel del mausoleo de París, donde me lo pasé pipa mientras iba eliminando a los miembros de las SS uno a uno. Otras misiones muy divertidas serán las de la boda entre un nazi y una pobre chica francesa, en la que deberemos de cargarnos a todos los nazis que asistan a la boda, o la misión de Le Havre que nos llevará hasta un zeppelín en llamas, que resulta del todo espectacular.

Sean podrá llevar al mismo tiempo tan solo dos armas, aunque los negociantes del mercado negro le harán el favor de guardarle las armas que él ya haya conseguido o comprado. En The Saboteur no hay dinero en sí, si no que iremos consiguiendo puntos al ir completando misiones o eliminando objetivos importantes de los nazis como tanques, radares, nidos de francotiradores, misiles o cañones antiaéreos. Hay una gran cantidad de objetos a destruir en cada parte del escenario, y destruirlos todos nos puede llevar con facilidad más de 30 horas. La mayor parte de estos objetivos secundarios son vigilados por soldados nazis, así que nos tocará escoger entre ir al descubierto y eliminar a los enemigos antes de colocar la dinamita, o ir con sigilo hasta el objetivo para luego colocar la dinamita sin que nadie nos vea. Lo mejor para todos es que lo hagamos sin ser vistos, pues así nos ahorramos tener que escapar de los nazis que salgan en nuestra búsqueda. Tan solo un consejo, después de haber hecho explotar cualquier cosa, más nos vale salir de dicha zona, puesto que los nazis tomarán por sospechoso a cualquier que circule por los alrededores.

Dentro del elenco de armas nos encontraremos con pistolas Krueger, ametralladoras del tipo MP40 ó MP44, escopetas de doble cañón, lanzagranadas, rifles, carabinas y rifles de francotirador (muy efectivos cuando queramos cargarnos a los enemigos que estén en torres elevadas). Si necesitamos munición o nuevas armas podremos comprarlas en el Mercado Negro, que tiene a muchos de sus hombres repartidos por las diferentes localidades que presenta The Saboteur. A su vez, en alguna que otra ocasión nos tocará visitar al español Santos, que nos pedirá que eliminemos a algún general o le consigamos algún objeto en especial a cambio de ese objeto que tanto necesitamos (como unos papeles de traslado).

Luego están los vehículos, que presentan una variedad bastante importante y que se manejan a las mil maravillas. Además, hay algún que otro detalle interesante como ver vehículos repletos de maletas y mobiliario con gente dentro (que parecen estar escapando de la ciudad). También habrá coches que muestren un aspecto muy nuevo y otros que parecen todos oxidados...y hasta con alguna rueda un poco suelta.

Tanto a pie como en coche, The Saboteur resuelve con nota en lo referente al sistema de control, pues moverse, saltar de cornisa en cornisa, apuntar, disparar o ejecutar las muertes rápidas es sumamente sencillo, mientras que el manejo de los vehículos es, como ya dije, estupendo. Con respecto al sistema de combate, Sean se valdrá con el botón de puño ligero, puño fuerte y patada.

Otro elemento importante para Sean son sus habilidades. En un principio Sean no cuenta con ninguna habilidad especial, pero las podrá ir adquiriendo si cumple con los requisitos para desarrollar cada atributo. Por ejemplo, bastará con que disparemos a 5 soldados alemanes a la cabeza con nuestro rifle de francotirador para que Sean gane un punto de habilidad en dicho atributo (hay tres puntos como máximo en cada habilidad), y como recompensa veremos que su arma se moverá menos cuando apunte con la mirilla. Otros atributos son los de combate cuerpo a cuerpo, explosivos, demolición, carreras, mecánico, etc. Todos ellos le reportarán beneficios en forma de nuevos objetos (armas, vehículos, etc.) o nuevas habilidades que luego aprovechará en el combate.

Por último me gustaría comentar que Sean puede pedir refuerzos a la Resistencia para así tener apoyo logístico y armamentístico durante las misiones...aunque yo prefiero ir solo, puesto que así puedo mimetizarme mejor con los escenarios, utilizando el sigilo como principal arma, y no la fuerza bruta.

Gráficos

El aspecto gráfico de The Saboteur es muy bueno, y no destaca más porque el motor gráfico no es tan excelso como otros que hemos visto desfilar por la Xbox 360. Cumple con nota, pues ofrece un escenario amplio, abierto y en el que se ven pocos defectos técnicos. Quizá se le pueda achacar que a veces se produce un poco de popping, pero tampoco es muy reseñable. En lo referente al diseño de personajes hay que decir que el protagonista ofrece un conjunto de animaciones muy bien trabajadas y un detalle bastante conseguido, mientras que el resto de personajes importantes también cuentan con un diseño bastante apañado.

Donde The Saboteur sí que golea es en el diseño artístico. Para empezar tenemos una ciudad de Paris (y alrededores) perfectamente reconocible, pues Pandemic Studios ha realizado un gran trabajo al trasladar los entresijos de la ciudad y sus principales atracciones turísticas. A modo de ejemplo decir que es una pasada subir hasta Montparnasse y ver desde ahí la iluminada Torre Eiffel, o pasear por la campiña francesa y ver a lo lejos la ciudad de Le Havre y la ciudadela que tienen en una colina los nazis.

Por otra parte está el efecto de blanco y negro que se utiliza para delimitar qué zonas están bajo influencia nazi, permaneciendo con los colores originales las zonas donde los nazis ya no cuenten con un poder tan absoluto. Ah, tened cuidado al recorrer el escenario, pues en uno de los bordes del mapeado de The Saboteur se sigue produciendo la guerra, y si nos inmiscuimos demasiado seremos atacados y liquidados por los aviones en un santiamén.

Música/Sonido

Las melodías casan perfectamente con la época en la que se ambienta The Saboteur. Es una lástima que no hayan incluido algo de música clásica de esta década, pues aunque no lo parezca hay obras que representan muy bien la crudeza de la sociedad de la época. Volviendo al apartado sonoro del juego que hoy nos ocupa comentar que el número de temas no es muy amplio, pero sí más que suficiente.

Luego tenemos los efectos de sonido, que rayan a un muy buen nivel (sobre todo las alarmas en las bases de los nazis). Ya por último tenemos las excelentes voces en versión original.

Edición española

He aquí el gran problema de The Saboteur. El juego saldrá en España con tan sólo el manual en castellano, pues tanto las voces como los textos de pantalla se quedarán en inglés. Una jugada incomprensible de Electronic Arts, que tan bien suele tratar a sus juegos. Aún así, el acento irlandés de Sean Devlin y su perfecta dicción hace que aquellos que dominen mínimamente el inglés lo entiendan en alguna que otra ocasión. Si en cambio tienes un nivel de inglés medio o alto, seguro que lo entenderás prácticamente todo.

Conclusión

The Saboteur es un juego que lo tiene casi todo. La trama argumental es muy interesante, la ambientación está muy conseguida, presenta una buena mezcla de acción y sigilo, un sistema de control muy cómodo que nos permite jugar sin ningún tipo de preocupaciones, tiene algunas misiones que son para enmarcar y un número de misiones secundarias (los objetivos a destruir) muy numerosos. No se me ocurren casi defectos para un título tan redondo, pero la verdad es que la IA podría haber hecho un mejor trabajo, así como que puede que la gente se canse antes de acabar con todos los objetivos secundarios marcados por los escenarios (es que el número final es realmente elevado). Aún así, creo que son fallos totalmente perdonables a un juego que es prácticamente redondo.

Seguro que ya habréis visto la nota. Sobre ella me gustaría comentar que hay nueves y NUEVES. En este caso, tengo que decir que es uno de los NUEVES más convencidos que he puesto, pues el juego me ha encantado. Para mí, ya está entre los tres ó cuatro mejores juegos que he jugado este año.

Lo mejor: La increíble recreación del París de la época. La trama argumental. El sistema de control hace que todo sea fácil de jugar y cómodo. El desarrollo de las misiones es muy divertido. Gran cantidad de objetivos secundarios a destruir. El bonito efecto gráfico que nos indica bajo qué influencia está dicha zona. La posibilidad de escoger entre el sigilo o la fuerza bruta para las misiones. Las habilidades acrobáticas de nuestro protagonista, etc.

Lo peor: Lo peor de todo es que el juego venga en inglés, es de juzgado de guardia. La IA peca de ser un tanto olvidadiza, y podría estar mejor. No tiene mucha variedad en las misiones secundarias. Que pienses que exagero en este artículo, pues entonces te perderías uno de los juegos del año.

Notas