La locomotora alemana podría griparse si se convierte en tendencia el descenso en la exportaciones del último mes analizado. Hace un año cayeron un 7,1%, cifra histórica que hizo mucho daño a la industria alemana. Este año, en enero, han vuelto a caer, según informa la Oficina Federal de Estadística, un 6,3%.
Las empresas alemanas exportaron bienes al extranjero por valor de 63.900 millones de euros. Las importaciones, por su parte, decrecieron hasta contabilizar 56.000 millones de euros, lo que ha hecho mella en el superávit comercial, que en enero se ha quedado en sólo 8.700 millones de euros, muy por debajo de los 13.400 de diciembre y lejísimos de los más de 14.000 que esperaban los analistas.
“Estas cifras son un desastre” asegura Simon Junker, analista del Commerzbank, “pero anticipamos que en los próximos meses las exportaciones se recuperarán. Para Jürgen Michels, de Citigroup, “la pregunta es cómo ha distorsionado el tiempo frío de este invierno a los resultados, es muy pronto para decir que las exportaciones no funcionan”. Casi todos los analistas apuntan a que ha sido el alza en los precios del crudo el principal responsable de la pequeña catástrofe exportadora.
China, por su parte, sigue exportando a toda máquina. En febrero las empresas chinas exportaron un 45,7% más que el año anterior. Con estos datos en la mano China ya ha desbancado a Alemania como el principal país exportador del mundo.