A pesar de que las concentraciones de polen desde el jueves pasado está siendo baja, según la Sociedad Española de Alergólogos, "las gramíneas ya están en la atmósfera aunque no se encuentre el polen", explicó uno de sus coordinadores, el doctor Javier Subiza.
Los síntomas derivados de una alergia al polen son, en general, aparición de picores oculares o de nariz, lagrimeo, moqueo constante, estornudos profusos, e incluso síntomas asmáticos como dificultad para respirar, tos seca pertinaz y opresión y silbidos en el pecho.
"Es típico que estos síntomas aparezcan ya en los meses de febrero, marzo y abril, pero se hacen más intensos en mayo y junio", señaló Subiza. Como medida preventiva, el especialista de la SEAIC recomendó que las personas con alergia "acudan a consulta antes de adentrarse en pleno periodo de polinización y manifestar los síntomas".
EL POLEN INVADE EL AIRE
Para los alérgicos, la primavera empieza ahora
Los recuentos de pólenes de gramíneas aparecerán en "concentraciones altas" a partir de la primera o segunda semana del mes de mayo. Según los alergólogos, los pacientes con alergias ya han empezado a experimentar cómo se reactivan los primeros síntomas.
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