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Green amarga el debut de Inglaterra en el Mundial

Inglaterra sólo ha podido empatar en su estreno en el Mundial ante una buena selección de Estados Unidos. Fue un partido vibrante, en el que los dos equipos jugaron muy bien por momentos, y marcado por el error garrafal del guardameta inglés Robert Green.

Inglaterra sólo ha podido empatar en su estreno en el Mundial ante una buena selección de Estados Unidos. Fue un partido vibrante, en el que los dos equipos jugaron muy bien por momentos, y marcado por el error garrafal del guardameta inglés Robert Green.

Un clamoroso error del guardameta inglés Robert Green al borde del descanso fue suficiente para que Inglaterra no se llevara la victoria en su estreno en el Mundial de Sudáfrica. Los de Capello, aunque fueron ligeramente superiores, se vieron sorprendidos por una selección estadounidense que trató muy bien el balón, que defendió con corrección, y que supo reaccionar a la perfección al tempranero gol de Gerrard.

Primera mitad igualadísima

Muchos hablaban de que Estados Unidos podía ser la revelación del torneo. Visto el crecimiento vivido por los estadounidenses en los últimos años, nadie dudaba de que se trataba de un gran equipo. Pero lo que se vio en los primeros 45 minutos fue más allá. Tocando el balón con muchísimo criterio, con pases cortos y eficientes en el centro del campo (como una selección que todos conocemos), con solidez y seguridad en la zona de atrás, e imprimiendo velocidad en los metros finales. Ni el más optimista esperaba una primera mitad como la que jugaron los chicos de Bradley.

Y eso que empezaron mal las cosas. Bien pronto, en el minuto cuatro, Steven Gerrard aprovechó a la perfección un buen servicio de Emile Heskey para batir, con toda la tranquilidad del mundo, a Tim Howard. Parecía que iba a ser el comienzo de una victoria plácida para los de Capello, en su primera comparecencia en un Mundial. Nada más lejos de la realidad.

El combinado estadounidense se recuperó a la perfección, y comenzó a controlar el encuentro, adueñándose del centro del campo hasta tal punto que convirtieron a Gerrard y a Lampard en dos jugadores mediocres. El trabajo en la zona de Clark, Bradley y sobre todo de Dempsey fue mayúsculo. Las ocasiones fueron llegando, primero para el jugador del Fulham y minutos después para Altidore, que no llegó a un remate por poco. Pero Inglaterra avisó con dos zarpazos de Lennon y Rooney de que su contra podía ser letal.

La portería inglesa, una pesadilla para Capello

Y en esas llegó el gol de Dempsey. El centrocampista disparó sin mucho convencimiento desde fuera del área y el balón, que iba plácido a las manos de Green, acabó entrando en la portería. Inexplicable. Sin saber muy bien como, el esférico se le escapó de las manos al guardameta del West Ham que, además, después estuvo muy lento en la reacción. Si desde hace meses, incluso años, y hasta minutos antes de comenzar el encuentro había dudas sobre quién debía ser el dueño de la portería inglesa, ahora éstas se han multiplicado. Hart y James ya se frotan las manos.

La segunda mitad arrancó con la selección inglesa atacando en tromba, necesitada de una victoria que, por juego, no merecían. De esta forma llegaron hasta tres ocasiones clarísimas de gol en apenas diez minutos, pero ni Lennon primero ni Heskey después por partida doble fueron capaces de acertar ante Howard.

Parecía que el segundo gol inglés iba a llegar en cualquier momento, y sin embargo fue Estados Unidos quien estuvo más cerca de llevarse el gato al agua. En un contragolpe lleno de potencia y velocidad Altidore se lo trabajó solito y sólo una mano imposible, ahora sí, de Green pudo evitar el tanto del ex del Villarreal. El balón terminó en el palo, y con él, las opciones de EEUU de lograr la victoria.

Sin embargo, esa jugada fue clave para el devenir del encuentro, pues el miedo se apoderó de los jugadores ingleses, conscientes de que un nuevo despiste podría quitarles el punto que estaban logrando en ese momento. Sólo Glen Johnson por la banda y sobre todo Wayne Rooney, el mejor hombre de Capello esta noche, parecían querer ganar. Fue el ariete del Manchester United quien dispuso de las mejores oportunidades, primero con un disparo lejanísimo que rozó el palo y luego con un pase de gol a Wright-Phillips que falló sólo ante Howard, enorme.

Los últimos minutos pasaron con más pena que gloria, y los dos equipos se dedicaron a contemplar, mucho más temerosos de perder el punto logrado que de ganar dos más. Eso puede entenderse en un equipo como el estadounidense, para quienes el empate cosechado esta noche, en el considerado por muchos el partido más importante de su historia, les refuerza y les llena de moral.

Pero no se entiende, y no vale, para un equipo inglés que esperaba, y debía, comenzar con victoria, y que además jugó muy bien durante largos tramos del encuentro. Se le ha de exigir más a Inglaterra. Por algo son uno de los principales favoritos al título.


Ficha técnica

Inglaterra, 1: Green; Glen Johnson, Terry, King (Carragher, m.46), Ashley Cole; Lennon, Lampard, Gerrard, Milner (Wright-Phillips, m.31); Rooney y Heskey (Crouch, m.79)
Estados Unidos, 1: Howard; Cherundolo, DeMerit, Onyewu, Bocanegra; Dempsey, Bradley, Clark, Donovan; Altidore (Holden, m.86) y Findley (Buddle, m.77)

Goles: 1-0, m.4: Gerrard; 1-1, m.41: Dempsey
Árbitro: Carlos Simon (Brasil). Mostró tarjeta amarilla a los ingleses Milner (m.26), Carragher (m.59) y Gerrard (m.61); y a los estadounidenses Cherundolo (m.39), DeMerit (m.47) y Findley (m.74)
Incidencias: Primer partido del grupo C del Mundial disputado en el estadio Royal Bafokeng de Rustenburgo ante unos 38.000 espectadores


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