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Berriozar recuerda al subteniente Casanova en el aniversario de su asesinato

La localidad navarra de Berriozar ha acogido por noveno año consecutivo el homenaje de los vecinos, amigos y familiares del subteniente del Ejército Francisco Casanova, asesinado por ETA en el año 2000, al que han acudido además otras autoridades de la Comunidad foral.

Francisco Casanova, quien estaba destinado desde 1979 en el Regimiento de Cazadores de Montaña América 66, con base en el acuartelamiento de Aizoáin, fue asesinado hace diez años, a los 46 años, de cuatro disparos en la cabeza cuando se encontraba en el garaje de su domicilio, en Berriozar.

En protesta por el asesinato se creó en la localidad el colectivo "Vecinos de paz", que desde entonces organiza anualmente este acto, que ha consistido en una misa, una ofrenda floral y un festival de jotas, dada la afición del propio Casanova a este tradicional canto navarro.

Hasta la parroquia San Esteban de Berriozar se han acercado un año más Rosalía Sainz-Aja, viuda del militar asesinado, y sus dos hijos, Javier y Laura, así como su suegro, Paco Casanova, quienes han sido arropados en esta ocasión por unas doscientas personas en una eucaristía en la que el párroco, Jairo Díaz, ha valorado la "dinámica del amor, del respeto a la vida humana y del perdón" para una convivencia en paz.

En el acto han participado, además de los familiares, amigos y decenas de convecinos, una representación de mandos militares del cercano acuartelamiento de Aizoáin, así como la presidenta del Parlamento foral, Elena Torres; el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Caballero; la delegada del Gobierno en Navarra, Elma Sáiz; la presidenta de UPN, Yolanda Barcina; el secretario general del PSN, Roberto Jiménez; o el europarlamentario del PP Pablo Zalba.

A todos ellos se ha unido la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa, quien se ha fundido en un emocionado abrazo con Rosalía Sáiz-Aja.

Ésta ha indicado a los periodistas que diez años después del asesinato de Francisco Casanova, "dentro de la tristeza", vuelve "contenta" cada año a la localidad en la que vivía cuando asesinaron a su marido "porque hay mucha gente que nos recuerda, y siempre es agradable venir porque la gente te demuestra todo el cariño".

Sin embargo, ha reconocido que "los años van pasando" pero el recuerdo de los sucedido "no se olvida. No es tan duro como al principio, pero es algo que no puedes olvidar porque ha sido una muerte muy trágica y siempre va a estar en nuestra memoria".

En todo caso, y sobre las actuales circunstancias en las que se encuentra ETA, Sáiz-Aja ha considerado que "el problema sigue estando ahí, así que la solución no la veo tan cercana", si bien ha apreciado que "quizá sí ha cambiado algo la gente, que se moviliza un poquito más" en contra del terrorismo.

El acto de la ofrenda floral, que ha finalizado a los sones del himno de España, ha sido presentado por la portavoz del colectivo convocante, Maribel Vals, quien ha deseado que los asesinos de Casanova "cumplan la totalidad de las penas" y ha criticado al Gobierno estatal ya que, "tras casi mil asesinatos de ETA, ahora nos venden la teoría de que hay etarras buenos y malos".

"El perdón se tiene que demostrar con hechos y los hechos no son meros comunicados", ha dicho Valsm que ha agradecido la "unidad y firmeza" mostrada en contra del terrorismo por los partidos UPN, PSN y CDN en el Ayuntamiento de la localidad.

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