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Gómez Noya se proclama campeón del mundo de triatlón

El triatleta español Javier Gómez Noya se ha proclamado campeón del mundo contra todo pronóstico, después de terminar segundo en la última prueba del Mundial, en Budapest, mientras que su rival y líder hasta el último día Jan Frodeno quedaba fuera de los diez primeros.

El español Javier Gómez Noya ha logrado su segundo título mundial de triatlón, el primero en el nuevo formato por etapas, después de acabar segundo en Budapest, donde ganó el inglés Alistair Brownlee y donde reventó el alemán Jan Frodeno, que entró líder en Hungría y sólo pudo acabar el 41.

Gómez Noya efectuó una nueva exhibición y sólo cedió el triunfo parcial a Brownlee -a quien sucede en el historial de la competición- en una prueba que se decidió en la carrera a pie, que fue la que acabó dándole la vuelta entera a la segunda edición de las "Dextro Energy World Series".

Javi, que había ganado el último Mundial que se disputó en un solo día, hace dos años, en la localidad canadiense de Vancouver, ganó un nuevo título en el último suspiro de un campeonato en el que se perdió por lesión la primera prueba (en Sydney), debutó en la segunda, en Seúl; comenzó a rodar con el cuarto puesto de Madrid y enchufó la directa a partir de la cuarta prueba, al ganar en Hamburgo el pasado 17 de julio.

Ese día, el hombre de hierro del deporte español le dio el golpe psicológico al certamen, derrotando en su casa al alemán Jan Frodeno, campeón olímpico en Pekín y que aspiraba a convertirse hoy en el primer triatleta en unir los dos grandes títulos.

Seis días después, el ferrolano de Basilea volvía a exhibirse, esta vez en Londres, donde dentro de dos años optará de nuevo a un título olímpico que se le escapó en China, donde "sólo" pudo ser cuarto. Gómez Noya ganó ese día en casa de Brownlee, que entró KO en la meta de Hyde Park y cerró su ajuste de cuentas deportivas con el otro deportista que ostentaba uno de los títulos que, por méritos propios, reclamaba.

Tras marcar por tercera vez consecutiva el mejor parcial en la carrera a pie, el campeón gallego acabó segundo en Kitzbuehel (Austria), donde ganó el británico Stuart Hayes gracias a un órdago estratégico en el ciclismo. Estaba claro quién se había convertido en el gran dominador del torneo. Pero quedaba un ultimo obstáculo: el sistema de puntuación.

Para el resultado final sumaban cuatro resultados, más el de la Gran Final de hoy, pero no más de tres podían haberse obtenido en el mismo continente. Como quiera que Gómez Noya no pudo estar a su nivel en las pruebas de Oceanía y Asia, debía borrar una de las europeas y cambiarla por el duodécimo puesto de Seúl, donde había logrado su único triunfo del año Frodeno.

Así que Javi debía salir a ganar y tirar de calculadora después. Debía rendir a tope en Budapest y esperar un fallo del alemán, a quien le valía ser tercero para ganar el Mundial. Si Gómez Noya era segundo, Frodeno tenía que ser quinto. Y si el de Ferrol acababa tercero, el germano no podía pasar de séptimo.

Frodeno falló. Gómez Noya, no. Javi no falla casi nunca. Hoy controló la carrera de principio a fin y pegó el hachazo junto a Brownlee en la carrera a pie, que acabó despeñando al alemán hasta el cuadragésimo primer puesto, que le dejó fuera del podio final.

El gallego se mantuvo en cabeza desde el segmento de natación, en una pequeña bahía del Danubio, tras hacer gran parte del recorrido pegado al francés Frederic Belaubre y salir colocado ganador de las aguas del río que inmortalizó el vals de Johann Strauss, hijo.

Con las zonas de transición separadas por cinco kilómetros, Javi ya protagonizó un conato de demarraje a las primeras de cambio junto al ruso Dmitry Polynaski y tres británicos; Brownlee, Stuart Hayes -ganador en Kitzbuehel (Austria)- y Oliver Freeman. Con ellos integró un quinteto que apenas pedaleó destacado dos kilómetros, hasta dejar de lado el hotel Gellert, famoso por sus baños termales.

Antes de entrar en el Puente de las Cadenas, que embocaba la plaza de Roosevelt, zona de la segunda transición y de meta, el grupo de Frodeno enlazaba con el de Gómez Noya, que sufrió un golpe en el hombro izquierdo en la segunda vuelta, cuando una ambulancia mal situada casi deja fuera de combate al español.

Demarró después el estadounidense Matt Chrabot, que pasó tras la segunda de las siete vueltas en bici con quince segundos sobre el grupo principal, integrado por más de cincuenta corredores.

En esos momentos ya estaban fuera de combate el británico Tim Don y Alexander Brukhankov, otro que se cayó hoy del podio, El ruso llegó a Budapest tercero y se quedó sin medalla.

Chrabot fue neutralizado en la sexta vuelta y tras bajarse de la bicicleta, comenzó la batalla que decidió la guerra. Frodeno comenzó a evaporarse y a perder puestos. Ni siquiera le valió la labor de equipo que le ofrecieron sus compatriotas sin opciones en los primeros kilómetros. Gran triatleta, el alemán no podía con su alma: Javi supo que era el nuevo campeón del Mundo tras la primera de las cuatro vueltas al circuito pedestre.

Disfrutó de los últimos kilómetros del Mundial abriendo hueco con Brownlee, que le superó en el sprint final para firmar su segundo triunfo del año, tras el de Madrid.

Por detrás, el alemán Steffen Justus hizo de Frodeno y acabó la prueba tercero, por delante del portugués Joao Silva -que firmó una gran carrera- y del australiano Brad Kahlefeldt. Justus acabó segundo el Mundial y Kahlefeldt capturó la medalla de bronce. Silva quinto, por detrás del derrumbado Frodeno.

Gómez Noya perdió los cinco segundos que marca la clasificación al pararse en la línea de meta a saludar a su gente. Su exhibición aportó un nuevo éxito a la mejor racha de toda la historia del deporte español en el plano internacional. España también tiene un hombre de hierro.

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